La nieve rodea

La nieve rodea
El tren que nos lleva,
Saltando en las vías
Con lo que se vienen
Tantas sacudidas
Por moverse al tranco,
Llevando el reflejo
Del agua del lago
Que se fue en espuma
De hielo tan blanco,
Mientras que mi pluma
Encuentra un lamento
Y miro a mi lado
Al flaco que duerme
Sentado a la mesa
A pesar del tren
Que corre a los saltos.

Este flaco austero
Que veo a mi lado,
Que me ató a su vida
Hace tantos años
Solo por calor
De la juventud,
Sin pensarlo mucho
Decidió arriesgarse,
Me miró a los ojos
Y haciendo coraje,
Sin saber por qué
Dijo nos casamos.
Me llevó a París
Mientras que él estaba
En viaje de estudios,
Solo por si acaso,
Atando este lazo
Por 50 años.

Todavía creo
Que nos preguntamos
Cómo es que llegamos
A tantos momentos
Alegres o amargos,
Después de unas pruebas
Estremecedoras
De fuego y de barro
Que nos dio la suerte,
Podemos decir
Corriendo en el zurco
De vías de tren
Que están sacudiendo
El viaje al Atlántico,
Que solo esta vida
Nos dio tantas vueltas
Cantando en encanto
De versos lejanos.

Es un gran placer
Estar celebrando
Las bodas de oro
Que nos regalamos,
Apreciando tanto
Este amor hermoso
En cariños vagos
Contra los suspiros
Que buscan un beso
Tomando mi mano
Con la lealtad
De amigos honrados
Para acompañar
La vida de siempre
Con la fortaleza
De un hombre adorable
En el que me apoyo
En todo momento.

El tiempo se amontona

El tiempo se amontona,

Se divierte a tus costillas,

Te encuentra en cualquier rincón

Aunque te escondas ufana,

O decidas en la cama

A no levantarte más,

Para tomarte tranquila

Lo que te quede de vida

Que llevás a las corridas

Cuando llegás a mi edad.

El tiempo se arruga todo,

Pero salta de repente,

Te acosa por los costados

Para sacudirte el piso

A que los pies no te aguanten

Tanto vaivén de las piernas

Mientras bailás un merengue

Con los huesos de tu carne

Tratando de hacer balance

Temblando con miedo atroz.

El tiempo es un gran amigo,

En momentos de alegría,

Es un rufián, es un pillo,

En los momentos amargos

Con que te enfrenta la vida,

No sabés lo que encontrás

Si te acercás demasiado

A su reino inescapable,

Sin que te muerda la piel

Hasta que se haga papilla.

Nieve blanca

La nieve volvió otra vez,
Lo mismo que corresponde
En esta altura del año
Trayendo la Navidad
Con cascabeles graciosos,
Alegría por las calles,
Con coros cantando
Canciones tranquilas
Anunciando al Niño
Que llega en la noche
Donde está la estrella
Con que se ilumina.

La gente comprando
Por las galerías,
Se lleva juguetes
A grandes y chicos,
Pensando en familia
Con las comilonas
Que están preparando
Para celebrar
Las fiestas queridas
Que los tiene unidos.

Pastores rezando
En montañas crudas,
Quedan encantados
Por tanta blancura,
Mirando a los pinos
Con el manto suave
De la nieve austera,
Duermiendo algún sueño
De voces queridas
Que los estremecen
De noche y de día.

La nieve volió tranquila,
Dormida, mansa, gloriosa,
Adornando todo el campo
Con pasiones silenciosas,
Tan solo se va escuchando
Enredado entre los pinos
El suave soplido
Del viento tranquilo
Silbando en las ramas
Yermas por el frío,
Con nidos vacios
De pájaros que volaron
A lugares más amigos
Buscando algún horizonte
Con pesadez de camino.

La inspiración

La insiración no se inventa,
Te empuja, te atormenta,
Se hamaca entre las lianas
Como Tarzán, como Juana,
Como monos de la selva
Que caen sin que los veas
Arriba de tu cabeza,
Como cocodrilos malos
Que acosan sin que los sientas
Deslizándose en pantanos
Y te muerden sin piedad
Cuando menos los presientas,
Manteniéndote despierta
A las 2 de la mañana
Aunque no tengas más ganas
De escribir tanta pavada.
La inspiración te acurruca,
Te da fuerzas, te da lástima,
Te encuentra hecha un fracaso
O te consuela en el alma.
La inspiración es de hielo,
De arcoíris, de esperanza,
Es de pensar en la vida,
En la muerte, en la fragancia
De cosas que nunca pasan
O las que casi te arrasan.
La inspiración no se busca,
Se encuentra bajo la almohada,
En alegrías comunes
De pedazos de nostalgia.
La inspiración no se inventa,
Ella te encuentra, te atrapa,
Te llena toda la vida
Día y noche, noche y día,
Como un fuego que no acaba.

En el verano de ayer

En el verano de ayer
Cantaba con alegría
Las cosas que me callé,
Las que demostré a los gritos,
Las que me hacen volver loca,
Las que hablarían despacio,
Las que te digo al oído
Cuando nos vemos tranquilos,
Las que no quiero ni hablar,
Ni pensar, ni preocuparme
De encontrarlas en la vida
Detrás de esquinas oscuras
Que a veces hasta recuerdo
Rescatadas del olvido.

La juventud que se fue
Por caminos sin regresos
Me acosa en culpas extrañas,
Bailando entre mis orejas,
Trayendo fantasmas ricos
De comidas que apabullan,
De teatros con emociones
En las mañanas dormidas
A tu lado sin quererlo
Para escaparme del frío,
Mientras encuentro el abrazo
Que esperaba en el camino
A la causa inolvidable
De algún metejón sufrido.

Sentimientos

Sentimientos incompletos,
Repletos de dudas,
De entuertos, de furia,
De caminos muertos
Que atraen envidia,
De gente que pasa
Y ya no me mira,
Me ignoran, me echan,
Me agrandan heridas
Que una vez tenía
Y vuelven con pena
A buscarme viva
Para despertarme
El alma dormida
Que llevo en la mano,
Pasando afligida,
Buscando amistades
Que no estén podridas.

Ramificaciones

Ramificaciones de cosas perdidas,

Cantos a la vida, cantos al amor,

Piedras incrustadas en rocas dormidas

Que están en el suelo sin paz ni color.

Ramificaciones de cosas que digo,

Las que se me olvidan, las que no se van,

Ramificaciones de esperanzas muertas,

Que de tanto en tanto me harían llorar.

Ramificaciones de pensar por otros,

De ver ciertas cosas que nadie se piensa

Mientras que me hieren casi sin querer,

Ramificaciones de algo sin sentido

Que se me estremece y me hace reír,

Ramificaciones de amigos que tengo,

Los que se enojaron, los que conquisté,

Los que quiero mucho, los que nunca veo,

Los que mientras duermen querría matar.

Todas esas ramas por donde transito

Me hieren el alma, me comen despierta,

Me miran de lejos mientras que se van,

No me explican nada, solo yo adivino

Cuando llega el alba sin estar con vos,

Ramificaciones de cosas pasadas

Buscando un sentido al tiempo de amar

Besándome entonces en la despedida

Mientras te alejaste por siempre jamás.

Ya no queda

Ya no queda en la tinta,
Ni un pedazo de alivio,
El papel se me acaba,
Terminando el cuaderno
Donde garabateo
Hasta quedarme tuerta.
La paciencia se ahonda
Entre mis manos torpes,
La pluma que se cae
Se quedará en el suelo
Esperando tranquila
Que alguien la levante
Sin paz y sin retoque
Al terminar la noche.

El comienzo del día
Me lleva hasta el camino,
Con animales, con plantas,
Con flores congeladas,
Con rosales heridos
Por un frío espantoso,
Mientras que las avispas
Que volaban contentas
Y me mortificaban
Hace una par de semanas,
Se fueron al panal
A pasar el invierno
Esperando dormir
Hasta la primavera.

No sé (Arreglos a Palabras Huecas)

No sé si las conozco,
Las veo, las presiento,
Poniendo la hermosura
De vivir en el viento,
Mientras escucho de afuera
El rayo con los truenos,
Mi oído en la tormenta
Que corre por mis venas
Despacio, en la locura
De cosas que revientan
Pasando por mi vida,
Sintiendo el escarmiento
De venganzas terribles
Que caen sin prestigio
Sufriendo en el castigo
De causas sin destino.

Palabras ahuecadas
Que casi nunca atino
A ponerles sentido
Mientras que las escribo,
Sufriendo si adivino
Las cosas reviradas
Que encuentro en el camino,
Mientras no digo nada
Debajo de mi aliento
Cuando le canto al sol,
Las estrellas, la luna,
La vida, la ternura,
De un abrazo escondido
Y el anhelo vibrante
De encontrarte muy cerca
Mientras dormís conmigo.

Si en lugar de escribir tanto

Si en lugar de escribir tanto

Me pondría a suspirar,

El viento que se armaría

Con mi aliento sin parar,

Formaría un torbellino

Con tornados destructivos

Arruinando algún lugar.

Si en lugar de escribir tanto

Solo pudiera llorar,

Mis lágrimas abundantes

Llenarían la ciudad

Hasta quedar inundada

Haciendo un lago en el medio

Sin poderlo terminar.

Si en lugar de escribir tanto

Me pusiera a dibujar,

Dibujaría sin pausa

Tus ojos con su mirada,

Tus manos suaves y largas,

Tu sonrisa encantadora,

Tu cabeza de galán.

Si en lugar de escribir tanto

Solo pudiera bailar,

Bailaría tantos tangos,

Fandangos, zambas, milongas,

Cumbias, rumbas, chachachás,

Y cantaría gozosa

Sin poderme contener.

Pero en cambio escribo mucho,

Todo el día sin parar

Esta poesía espantosa

Que mi musa me inspiró

Para dedicar mi tiempo

Como castigo infinito

Por no saber escuchar.

Palabras huecas

No sé si las conozco,
Las veo, las presiento,
Proponen la hermosura
De vivir como el viento,
El rayo con los truenos,
En ruidos de tormentas
Que corren por mis venas
Despacio en la locura
De cosas que revientan
Y pasan por mi vida
Sin causa y sin destino.

Palabras ahuecadas
Que casi nunca atino
A ponerles sentido
Saliendo de mi boca,
Mi pluma, mi equilibrio,
Sabiendo que si escribo
Historias reviradas
Que encuentro en mi camino,
Aunque no digan nada
De lo que está pasando,
Me dan un gran alivio.

Se va el tiempo

Quisiera sentir el tiempo

Mientras lo veo volar,

Me preocupan mis arrugas

Pero este tiempo apurado

Me preocupa mucho más,

Muchas veces me pregunto

Qué cosas tengo que hacer

Para poderlo frenar.

Unos dicen largá todo

Dedicáte a descansar,

No te sientas obligada,

Pero es muy fácil hablar

Si no sabés lo que pasa

Por dentro de mi cabeza

Si necesita pensar

En ponerse a trabajar.

Dónde estaría mi tiempo

Que se escurre como el agua

Entre mis dedos sedientos

Que quieren retenerlo,

Mientras que duermo algún sueño

Sin poder organizar

Las muchas cosas planeadas

Todo el día, sin parar.

Oda al wifi

Computadoras gloriosas
Que te conectan la vida,
Las cosas que son heridas,
Las que te dan la comida,
La esperanza, la alegría,
La gente que pasa y llora,
La que se queda y transita,
Las que son indiferentes,
Las que son entrometidas,
En horas que van volando
Mientras mi vida se achica,
Se vuela hasta la querida
Presencia de hijos crecidos
Que viven en otro lado,
Los amigos de Argentina,
Mi hermana que está allá en Roma,
Todos en la red tranquila
Por el mundo grande y flojo
Que nos llega cada día,
Cada hora, cada instante,
Bombardeando con noticias
Cada minuto sin pausa
Gracias a computadoras
Que te escuchan, te contestan,
Te transmiten las verdades,
O falsedades torcidas
Detrás de alguna mentira,
Los cariños que te esperan
Al volver de una partida
Donde encontrás el wifi
Volando en algún rincón
En las venas de tu vida.

Una luz a lo lejos

Una luz a lo lejos
se ve en la distancia,
se esfuma sobre mis ojos
que se van poniendo viejos
mientras mi vista se cansa.

La luz que veo a lo lejos
me ayuda a encontrar un foco,
una meta, una escapada,
y me pone un poco triste
mientras creo que me gusta
el pensar que en esa luz
veo mi vida alargada
preguntando cada tanto
cuándo es que la luz se apaga.

Muchas veces en la espera
de contar mis alegrías
de juventud y de causas
que recuerdo todavía,
si me van interesando
al empezar cada día,
mientras mi cuerpo
se encorva, se desarma,
y desparrama
en la niebla gris y blanca
de lo poco que me falta
para dejar esta tierra
que llega a sentirse yerma
cuando tanta gente aguanta.

Anoche

Anoche soñé con vos,
Con tu voz, con tu mirada,
Tu sonrisa apasionada,
Tu cuerpo tierno y redondo,
Tus besos y tus caricias,
Tus desplantes, tus malicias,
Tus destellos de galán,
Tus cosas que nunca se hablan
Tus secretos, tus consejos,
Tus ideas de la vida
Cuando vas a divertirte
Que quisiera que compartas
Pero que nunca dejás
Aunque pudiera existir.

Anoche soñé despierta
Sintiendo el aire silbar
Entre las plantas dormidas
En el jardín de la casa
Pasando las horas largas
Lánguidamente al sufrir,
Sin verte, sin escucharte,
Sin pensar en mi pasión,
Buscando tus manos fuertes,
Que me ayudan a vivir.

Anoche soñé llorando,
Sin hablar y sin reir
Y me pregunté mil veces
Qué sentido es que le encuentro
Sintiéndome triste y sola
En este amor que te di.
Soñar con ojos abiertos
Por el camino anhelado
Que paseo en la mañana
Cuando no estás a mi lado.

Mañana, mañana mismo

Mañana, mañana mismo
me pongo a contar ovejas,
me inscribo en algún registro,
me consigo una licencia,
me voy a pasear a China,
a Tailandia y al Japón,
me guardo en el pasaporte
el boleto del avión,
buscando la ventanilla
para mirar el paisaje
donde vamos a llegar
después de dar muchas vueltas
y poder aterrizar.

Mañana desde temprano
me pondré bastante crema
para arreglarme la cara,
para sentirme mejor,
sin pensar en estos huesos
que van llevando despacio
mi cuerpo todo torcido
por las montañas y llanos,
los mares, las cordilleras,
las ruinas del altiplano,
las ciudades sin laderas,
los puertos con las banderas,
las tragedias, las carreras,
sin parar por un momento.

Firuletes coloridos
con zambas comprometidas,
la alegría de la salsa,
con milongas y comparsas,
fantasía contagiosa
de sentirme realizada
aunque deje los jirones
de la piel en las estacas
con los pinches en las púas
de los alambres que atacan.

Adiós al viento

Adiós al viento
Que llega fresco
Desde este lago
De encantamiento.
Adiós al canto
De aves traviesas,
A las ardillas
Sobre la mesa,
A las poltronas
Que nos trajimos
Y nos llevamos
Para la vuelta
A nuestra casa
Donde aburridos
Entre bostezos
Tan contidianos
Nos resignamos
A las rutinas
De vida brusca
Al despertarnos
Por la mañana
Con las noticias
Del mundo entero,
Pronosticando
En la sorpresa
Del tiempo loco
Que ahora tenemos.

Levantamos campamento

Levantamos campamento
Dejando atrás los mosquitos,
Los tábanos muy hambrientos,
El lago, los pensamientos,
Las rocas que son eternas,
Las plantas con energía
Para saludar al cielo,
Las ardilas y algún zorro
Visitanto la cabina.
Apuntamos sur oeste
Y ahí nomás nos largamos
Después de guardar por horas
Dentro de este coche nuestro
Las pilas de cacerolas,
Los cubiertos y abrelatas,
Hielo seco en la heladera,
Las revistas, la mochila,
Las mallas y las tohallas,
Los sacos, las zapatillas,
Las cuatro computadoras,
Los libros y los cuadernos,
Los pilotines de lluvia,
Las almohadones, las mantas,
Las bolsas para dormir,
Y otras cosas que recuerdo
Pero no es fácil nombrar
Si quiero rimar en verso,
Para volvernos a casa y
Al yugo de nuestro empleo.

Contando los pasos

Contando los pasos,
los besos y abrazos
al lado de mi hombre
empecé un camino
sin meta ni hallazgo
que me llevó lejos
dentro de los tiempos
de vidas queridas,
midiendo en sencillas,
trilladas caricias
que me ayudan mucho
cuando lo que siembro
son simple semillas
que crecen despacio
dentro de un destino
que encuentro cantando
haciendo camino
con los desafíos
de todos los días
que enfrento sonriente
en los largos años
mirando hacia el cielo
como inspiración
en toda esa historia
que se enrieda clara
en un sentimiento
que tanto se añora
y se desenvuelve
en la sobriedad
de la recorrida
tomando tu  mano
como toda guía.

Faltan solo cuatro días

Faltan solo cuatro días
Y me vuelvo a trabajar,
No tendré más los mosquitos
Ni tábanos del lugar,
Volveremos a rutinas
Viendo las horas correr,
Recordando en los oídos
El suave ruido de olas
Que se agitan con el viento
Que las hace rebotar
Contra la orilla florida,
Verdosa, hermosa, sin par,
Con el sol impenetrable
Y el aire puro fugaz.
Solo cuatro desayunos,
Cuatro almuerzos, cuatro cenas,
Cuatro dormidas tranquilas,
Cuatro despertadas sobrias,
Cuatro jornadas gloriosas
Que ya no podré olvidar.
Esperemos que me guste
El volver a nuestro hogar,
Mis recuerdos, mis amigos,
Me correspondencia audaz,
Mis obligaciones fijas
Y mi diversión normal.

Norma y Carlos

Norma y Carlos
Qué pareja
Yo que la he visto nacer,
Que la espié desde lejos,
Que la acepté con candor,
Que me pareció muy buena
Con suerte para los dos
Contándolos como amigos
Hasta este día de hoy.
Norma y Carlos desde siempre,
Casi es como adivinar
Los días viviendo cerca,
Yéndolos a visitar
Después de cenar en casa
Y correr hasta el lugar
Donde viven en familia
Para convensar un rato,
Para poder planear bien
La fiesta de algún vecino,
El asado que hace Carlos,
Las tortas que haría Norma,
Los tostados de mis sueños
Hechos con miga argentina
Que nunca puedo olvidar,
El delicioso matambre
Tan rico para comer y
Alguna ensalada rusa
Con mayonesa y atún.

Desde el día que te vi

Desde el día que te vi
Por esa primera vez
Me resultó una alegría
Encontrar a mi pareja
Para verte deslumbrada,
Besarte y enamorarte
Pensando hacerte cambiar
Tus ideas de la vida
Que nunca pude lograr.
Desde el día que te vi
Me gustaste siempre más
Que el estar viviendo sola
Pensando cómo emular
Los secretos de otra gente
Que un día pudo aceptar
El hacer vida en común
Pudiéndose organizar
Sus destinos coordinados
Alrededor del amor,
La amistad, las esperanzas
Llenas de felicidad,
Con valores generosos
Para algún mundo mejor.
Mientras mi alma te adora,
Y mis ojos van buscando
Tu mirada de galán
Con sonrisa deslumbrante
E inteligencia capaz
De pensar para los dos,
Quiero conseguir un día
De aquí hasta la eternidad
La paz que añora mi ser
Cada día mucho más.

La luna estaba allá arriba

La luna estaba allá arriba
En lo alto de la noche,
Su hermana la saludaba
Sobre el reflejo del lago.
Las estrellas escondidas
Detrás del blanco lunar
No se ven ni de pasada,
Ni se pueden comparar,
Nada se ve en este cielo
Sino brillatez lunar.

La luna está casi llena,
Su luz alumbra el lugar,
El lago tranquilo abajo
La muestra en su resplandor
En un espejo perfecto
Que es espléndido mirar
Y el paisaje se cobija
Sin ruidos y sin hablar.

Hay un silencio precioso
Sin nubes y sin mostrar
Ni la estrella más brillante
En la magia del lugar
Con esa harina de luz
Que blanquea fríamente
En el azul de la noche
Todo lo que ves acá.

Los mosquitos, las gaviotas

Los mosqutios, las gaviotas,
La nube que pasa y llora,
Los nenes de los vecinos
Que recién llegan ahora
Hasta la casa cercana,
Hacen un coro espantoso
De gritos inconfortables
Que hacen que siga el tormento
Tal vez por un poco más.
A la hora que el sol baja
Para acostarse de veras,
Junto con la oscuridad
La tranquilidad nos llega.
El lago estará indeciso,
Sus olas medio torcidas,
Los vecinos más lejanos
En el bote se volvieron
A su chalet de verano,
Nada navega a esta hora
Todo está calmo al momento,
Mosquitos vuelan afuera,
Los chicos están adentro,
El crepuscúlo se aquieta,
Mientras que del firmamento
Nos llega la lluvia loca
Con sus rayos y sus truenos
Para arrullarnos el sueño.
En la cabina en que estamos
Aprovechamos el tiempo
Leyendo algún libro bueno
Deshaciéndonos de ritos
En dos semanas gloriosas
Descansando libremente
Sin compromisos sociales
Vividos el año entero.

Si producir poesias

Si al producir poesías
se escribe mucho mejor
cuando tenés una herida
o algún evento de horror,
prefiero la estupidez
de escribir cosas sin gracia
y pasarla de aburrida
sin sufrimiento mayor.

Si vivir en la violencia
o los capítulos tristes
de vidas sin inocencia
te harían más popular,
eligiré sin tapujos
el quedarme sin audiencia
pero sentirme mejor.

Le escribo al cielo, al milagro
de vivir cerca de un lago
mientras que cocino un pollo
en asador alquilado,
que vivir a los porrazos
sin cura y sin liderazgo,
pero con mucho sufrir,
cuando siempre gusta más
poder sentir alegría
sin parar de sonreir.

El pollo

El pollo estaba gordito,
Rosado y prometedor,
El asador lo cocina
Con un poco de limón,
Y lo pone doradito
Para que guste mejor.

Se fueron todos

Se fueron todos,
no quedó uno,
nada,  ninguno
de los que estaban
y no me importa
saber qué hicieron,
cuándo se fueron,
por qué no están
y no volvieron.
Se fueron todos,
grandes y chicos,
feos y sucios,
malos, ladinos,
truchos, dañinos,
que sin parar
nos embromaron
sin darnos paz
los 7 días
de la semana
de la estadía
en la cabina
de Brent del parque
de mi alegría,
picando siempre,
zumbando cerca,
temprano y tarde,
todos los días.
Se fueron todos
grandes y chicos,
tristes y huraños,
pobres mosquitos
de este verano
junto a sus primos
tábanos negros
tan retorcidos.
Se fueron todos
por algún lado,
pero volvieron
cuando bajó
el viento amigo
y el sol se fue
detrás de nubes
amenazantes
que se volvieron
grande y negras
como atorrantes
mientras anuncian
por todos lados
muchas más agua
en un instante.

El sol se puso despacio

El sol se puso despacio
Detrás de la polvareda,
Las nubes en las colinas
Le forman una corona
De flores entre las ramas
De ceibos y madreselvas.

El sol se puso despacio,
Se despidió  por el día,
Se fue a dormir al espacio
Para llegar muy temprano
A devolver las caricias
De su calor sobrehumano
Cuando amanezca otro día.

El sol se puso despacio
En colores colorados,
Rojos, verdes y dorados
Que reverberan en luces
Del prado en la primavera
Y en el medio del verano.

El sol se puso despacio
Con la elegancia de siempre,
Silencioso de vaguezas
Y buscando entre la gente
Un poco más de franqueza
Para contar con la suerte
De evitarnos la tristeza
De alguna guerra y sus muertes.

Cuando pienso en CALA

Cuando pienso en estos versos
Pienso en Anna y pienso en George,
Pienso en Arturo y Roberto,
Pienso en Liliana y Oscar,
Pienso en la Dra. Ana
Allá en la universidad
Y pienso en sus estudiantes
Que ayudan y dan la mano
A esta CALA petulante.
Pienso en Hernando
Y pienso en Grace,
Con sus canastas grandiosas,
Pienso en Viani y en Rolando,
Pienso en Rodolfo y en Carmen,
En Raúl y en Isabel,
También pensaba en su padre
Copiando a Matusalén.
Pienso en Daniela y Nicole,
Angélica y Marisol,
En Paola y la Jornada,
En Fiestas en la ciudad,
Y acá me quedé atascada
Por lo que no pienso más,
O algún dolor de cabeza
Tendré de tanto pensar.

El cielo estaba nublado

El cielo estaba nublado,
La luna estaba escondida,
Las hormigas se dormían
En sus hormigueros negros,
Los sapos cantaban todos
Sus cantos de enamorados,
Y yo te extrañaba mucho
Mientras pensaba a tu lado.
Las nubes blancas y grises
Se paseaban por el cielo,
Patos dormían felices
A la orilla del pantano,
La noche estaba tranquila
Dejándonos descansar
Reponiendo la energía
Que venimos a buscar
Cuando enfilamos contentos
Lo más lejano posible
Del ruido de la ciudad.
Los libros que yo leía
Para poder relajar
Los entuertos cotidianos
Que tenés al trabajar,
Tenían historias viejas
De las luchas intestinas
Escondidas en deshechos
Enterrados en el suelo
Donde pisamos ahora.
Toda una vida encontrada
En relatos de viajeros
Que buscaban ver acá
Cosas que ya imaginaban
Cuando venían de lejos.
Mirando el cielo de noche
Desde el fondo de la cama
Se podría adivinar
La presencia indiscutida
De la luna y las estrellas
Que dormían sobre nubes
Que no dejaban pasar
Los rallos de la luz blanca
Que emanaban desde ellas,
Mientras a nadie le importa
Lo que pasó hace tanto tiempo
En este mismo lugar.

9 de Julio

9 de julio,
la independencia
con la premura
de la inocencia,
una nación
que recién nace,
la tradición
que te contempla
y te hace bolsa
las ilusiones
de compartir
en la nostalgia
esa grandeza
de nuestra patria.
Nace mi padre,
el bebe Aquiles
que crecerá
entre maníes
en la pradera
de la gran pampa
que se extendió
a las montañas,
cerca del río
y las comparsas.
Deja el maní
de su familia,
se muda lejos
y hasta se casa
en Buenos Aires
con la muchacha
que vive al lado
en la casona
que dejarán
poco más tarde
para mudarse
al Villa Bosch
de la provincia.
Pino querido
yo te recuerdo
con tus enojos
muy controlados
y con tus tiernos
momentos sanos
de padre bueno
que protegió
a su familia
con tanto aplomo
en tus desvelos.
Pino,  mi padre,
que se hizo viejo
y se estrujó
su corazón
cuando mi madre
se nos fue al cielo
dejándonos
en desconsuelo.
       Mi padre, al que de grandes llamábamos Pino, nació un 9 de julio. Ahora tendría 106 años.

Los abrojos

Los abrojos de la vida
Se te pegan en la ropa,
Y te duelen desde adentro
Si los tocás al pasar,
Porque te raspan la piel
Que es difícil de curar.

Los abrojos son fuleros,
Espantosos y ladinos,
Llegan de una flor bonita
Que se transforma después,
Mientras que crecen sus pinches
Que no quieren perdonar.

Los abrojos traicioneros
Tienen agujas de acero
Que se adhieren a tu piel
Sin darte ningún lugar
Para sacarlos de encima
Y dejarte respirar.

En cambio muestran espinas
Que tendrías que sacar
Cuidando que los abrojos
Que podrías arrancar
No se lleven tu piel tierna
Que querrías conservar.

Quién sabe si los abrojos
Que te siguen sin respiro
Te ayudarán el carácter
Dando fuerzas de flaqueza
Mientras mirás adelante
Para afrontar lo que llega.

Mamá, mamita

Mamá, mamita querida,
Que después de tantos años
Te extraño como aquel día
Que el tío Pepe llegó
Al jardín donde yo estaba
Para avisar que murió
Y que pasó a mejor vida.

Mamá. mamita adorada,
Que nunca fuiste una abuela,
Ni demasiado una tía,
Ni tampoco bisabuela,
Aunque me duela la herida.

Mamá, mamita divina,
Cuántos años que te añoro,
Que peleo cada día,
Sin tener nunca descanso
Cuando pienso en tu partida.

Mamita, te quiero mucho,
Te extraño, te extraño tanto,
Esto que vivo no es vida,
Vivo amarrada a un muchacho
Que es un tirano en mi vida.
           Este poema fue escrito el día del cumpleaños de mi madre, ella hubiera tenido 105 años ahora.

Sonrisa de nena

Sonrisa de nena
Que nunca nació,
Se fue con la pena
De un canto de amor
Que rompió la vida
Que alguno frenó.
Decenas de auroras
Que nunca miró,
De tardes y noches
Que nunca durmió.
Manitas chiquitas
Que nunca creció.

Poesía trunca
Que el tiempo escondió,
Flores de la vida
Que el canto borró
Sintiendo en los huesos
Un velo de horror
Que sube en tus venas
Rompiendo el candor
De esperanzas buenas
Sin ningún valor,
Desde el sacrificio
A un mundo mejor.

Las 6 de la tarde

Las 6 de la tarde
En este lugar,
El cielo está oscuro
En grises azules
Y blancos de nubes
Que descargarán
La lluvia llegando
Al lago Cedar.

Las 6 de la tarde,
Los árboles cantan
Moviendo sus ramas
Al son de un violín
Que dirije el tiempo
Que anuncia la lluvia
Trayendo mosquitos, tábanos
Y avispas al amanecer.

Las 6 de la tarde
Desde el gran silencio
Roto con cien voces,
Vecinos contentos
Jugando partidos
Que yo nunca entiendo
Mientras que las nubes
Se agrandan al viento.

Escondida en mi ventana

Escondida en mi ventana
Veo la vida pasar
Prisionera de deseos
Que nunca puedo olvidar
Cuando llegan desde lejos
Entre las olas del mar.

Escondida me recuesto
Sin poderme levantar,
Miro mosquitos afuera,
Tábanos que picarán,
Avispas con aguijones
Que hasta me pueden matar.

El salir de esta ventana
Me podría producir
Urticarias que me pican
Cuando los dejo alcanzar
Mis carnes viejas cansadas
Sin tener que trabajar.

Escondida en mi ventana
Veo canoas pasar,
Escucho loonies y patos
Que vuelan por el lugar,
Y no me atrevo a salir
Si eso me produce mal.

Dónde estaría mi musa

Dónde estaría mi musa
Tan callada y soñolienta,
La busco por todos lados,
A ver si alguien la encuentra
Y me la trae de vuelta
Para ponerme contenta.

Dónde se fue, quién la tiene,
Por qué no quiere escuchar,
Se me escurre entre los dedos,
Los mosquitos, los malvones
Y las enredaderas secas
Del jardín del corazón.

Dónde se encuentra esa musa
Altanera, escurridiza,
Que se esconde de mis manos
Debajo de un pensamiento,
Que me llama cuando sueño,
Y al despertar no está más.

La llamo por la mañana,
Por la tarde, por la noche,
Me sonríe desde lejos
Mientras se pone a bailar.
No sé cómo corregirla
A que vuelva a trabajar.

Los perros

Los perros que corren,
Que buscan y encuentran
Motivos de miedo
Cuando algo aullentan
A los alaridos.
La voz del vecino
Que quiere callarlos,
La luna en la puerta,
La noche que cubre
Las mil estaciones
Que bullen adentro
Del cuerpo de un muerto
Caminando vivo,
La cara cubierta
De lágrimas zonzas
Saltando al momento
Que te ven venir
Sin ningún aliento
Mientras que te busco
Dentro de ese centro
Del mundo de perros
Que pasan ladrando
Rompiendo el silencio
Que acunaba niños
Que estaban durmiendo.

Buscaba (Día del Padre)

Buscaba sentarme cerca

Y me empujaron al suelo,

Buscaba la perfección

Y me encontré sin desvelo,

Algunas ramas floridas

Con espinas escondidas

Y el peso de estar con vos

Aunque de pena me muero.

Buscaba poder quererte

Si me dejaras hacerlo,

Pero me salgo de ralla

Sin poderme contener,

Miro sin mucho entusiasmo

Las arrugas de mi ombligo

Muriéndome de vergüenza

De estar sentada en el suelo,

Queriendo que algún amigo

Me rescate de este entuerto.

Siempre te quiero lo mismo

Porque soy muy egoísta,

Si el quererte me consuela

De estar sola, triste y yerma,

Me dan ganas de vivir

Aunque me duela la pierna.

Una voz

Una voz que se alarga

Y palabras hermosas

Se van dando la mano

Como mariposas

Volando en el cacho

De una tarjetita

Coqueta y sonriente

Con la letra amiga

Querida y lejana

De Carlos y Vicky

De acá a la mañana,

Desde allá hace mucho

Cruzándole al viento

Los cuentos de estrellas

Que brillan lejanas

Y te traen locas

Sueños y esperanzas

Mientras te comés

Las uñas, los dedos,

La mano, el sombrero,

Y hasta la comida

Tan mal preparada.

Una voz que plasma

Con cuatro palabras

Esa anochecida

Con mate y bombilla,

Con yerba y azúcar,

Con agua caliente

En la ronda amiga

De caras sonrientes

Maduras, valientes,

Que gritan y aplauden,

Pegan y acarician,

Jugando dormidas,

Mientras en la olla

Quedan aburridas

La papa y cebolla,

Dentro del puchero,

La hormiga en el pelo,

El trapo, el ropero,

Jilgueros, suspiros,

Caminos de arroyos,

Lagos, lamparitas,

Carpas que no saben

Buscarte, quererte,

Van sin conocerte,

Quieren asomarse

Sin querer perderte,

Pueden esconderte

En tu vida alegre,

Sin querer saberte

Cercano o lejano,

Creen encontrarte,

Sin poder amarte,

Ni saber tus penas,

No te dicen nada,

Buscando un alivio,

En grandes quimeras,

Trasnochadas locas

Que tejen un tul

De cosas que pasan

Trayendo un recuerdo

De las que fueron

O las que se irán

Cerca del olvido

Del tiempo de antaño,

El caso perdido

Con la luna loca

De la guitarreada.

Un poncho de hilachas

No sólo se anuda

Sobre la garganta,

También se hace sueño

Volándose al viento

Junto algún fogón

Con gente muy joven

Que mira a la noche

Sin miedo en la nada

Porque sabe bien

(O cree saber)

Que después de un tiempo

Despuntará el alba,

Bulla de energía

Bien organizada,

Camaradería,

Bronca y alegría,

Toda amontonada.

El duty free

El duty free

Me hace muecas

Y me persigue jugando

Mientras escribo

Pensando

Que el aire se hace

Pesado

Y la ropa

Que me queda

Está llena

De girones

Que van

Volando

Hacia el viento

Y no sirven

Para nada.

El duty free

Está dormido

Con sus ventanas

Abiertas

Y sus botellas

Selladas

De vino y licores

Finos

De colores vigorosos

Y de perfumes

Que se huelen

Desde lejos

En la distancia.

Son mesas

Y estanterías

Abarrotadas

Con las fragancias

Que se apilan

Por delante

De las cajas

Donde cobran

A los turistas

Que esperan

Sus vuelos de cabotaje

Yéndose

En aviones

Que suben

Y que aterrizan

Sin esperar

A que abran.

Doña Dominga (1989?)

Doña Dominga, mi suegra,

Callada y sufrida,

Traviesa y tranquila,

Historias de tiempo

De guerrras y vidas,

Con comida rica

En mesas tendidas

Para la familia

Que sigue creciendo

Mientras ella quiere

Que esté siempre unida

En años de amor,

Lucha y alegría.

Doña Dominga, mi suegra,

Que vino de lejos

Trayendo consigo

Al marido Renzo

Con ansias de abuelo

Que extraña a la hija,

Los nietos, el yerno,

Pero que trabaja

Sin decirnos nada

Por miedo a ofendernos,

Regando las plantas,

O cortando el pasto,

Cuidando con celo

La quinta, los pinos,

Y la estantería

Que cayó hasta el suelo.

Doña Dominga y sus pastas,

Que amasa al momento

Con mucho trabajo,

Soñando en el tiempo

Con sus manos fuertes,

Gentiles, calientes,

Kilos de ravioles,

Gnoqui y canelones.

Costuras la encorvan,

Le queman la espalda,

La nuca, las piernas,

Con sus 2 kenioles,

La mirada tierna,

Planchando camisas

Y haciendo vestidos

De novias coquetas,

Dobladillos sueltos,

Remiendos al traste,

Y las zapatillas

Que compramos nuevas.

Doña Dominga, mi suegra,

Con la tosudez

De una mula dura

Y el cariño suave

De una gran abuela.

Sus nietos la adoran

Y piden que vuelva.

El hijo y la nuera

Que la extrañan mucho,

También le veneran

Su tesón afable,

Humilde, prolijo,

Su amor al trabajo,

Sencillo y sumiso,

Su anhelo al descanso

Que nunca consigue,

Su viaje hasta acá

Por ver a su hijo.

Doña Dominga, mi suegra,

Como llegó se volvió

A su casa vieja,

Diciendo su adiós

Con mucha ternura

En lágrimas suaves

De amor y tristeza,

Besos de cariño

Y rezongos buenos.

Grandes esperanzas

De vernos de nuevo

Con la calidad

De una gran viajera

Que llega y se va

Con valijas llenas

De amor con piedad

Para con su nuera,

Los nietos y el hijo

En la primavera.

A Graciela y Carlos

Parece que en los años

Que nos conocemos

Descubrimos que tenemos

Distintas formas de ver

La vida que conocemos,

En colores de esperanzas

Que a veces están dormidas.

Parece que de tanto

Hablarnos y reírnos

Se me aburre el deseo

De escribirles mis pavadas.

Parece que me olvido

O me acuerdo y lo dejo

Que nunca les escribí

Ni un miserable verso

Para mi amiga Graciela

O para Carlos, el cuervo.

Parece que algún día

Entre soles y reflejos,

Campamentos con nostalgias

De folklore con entuertos,

Les destaparé la olla

Con el puchero del verso

Dedicándoles contenta

Con todo mi atrevimiento

Algún verso

Que no es verso,

Ni que es prosa,

Ni es lamento, sólo letras

Retorcidas 

Que se atan al momento

Tratando de ser oídas

En cabeza y pensamiento

Mientras veo en el recuerdo,

El cerebro y las entrañas

De cosas que ya escribí

Con más dulzura en el alma.

Parece que al tiempo

De sentarme con ustedes

No me queda en esta pluma

Ni tinta ni nostalgia,

Ni letras ni papel,

Ni cosas que decirles,

Ni caramelo ni miel.

Y si alguno de estos días

Se los escribiera en serio,

Me caería de espaldas

Entre algunos esqueletos

De versos en el pasado

Donde no pensaba usar

Fórmulas que explican viento,

La cuadratura de círculo,

Con el peso de algún cuerpo

Que velozmente se va

Dentro de agujeros negros

Y la partícula nueva

De algún elemento serio

En la cadena del tiempo

Sin dimensión ni deseo,

Ni curvatura ni sexo.

Porque al escribirle a ustedes,

Seriamente me lamento

De tener tanta ignorancia,

Pensado algún manifiesto

Con las fórmulas de física

De la ciencia que no entiendo,

Entre la risa, los puchos,

El humo entre las guitarras

Al lado de aquel fogón,

De cantos, de teléfonos,

De plata, de nostalgias,

De caminatas y entuertos.

Porque el escribirles a ustedes

Pareciera el condimento

(O la pureza anhelada)

De los años de amistad,
Mezclada e incorporada

En picnics, en campamentos,

En trasnochadas sin fin

Hasta que un pibe lloraba,
Del cariño y el respeto
Que se supieron ganar
Con tanto conocimiento.

De algún viaje a la Argentina

Con plata para un sobrino,

Con mi ristra de lamentos

Que no me llevan a Europa,

Esquiando sobre un lago

Con todo el grupo de amigos,

En discusiones sin fin

Sobre temas del momento,

O el reírse a panza llena

De algún chimentito nuevo.

            (Graciela se nos fue pero la sigo recordanto siempre)

Susana

Mi amiga Susana

Me trae nostalgias

De tiempos lejanos

Con viejas querellas

Habladas viajando

Al ir a la escuela,

Rodeadas de amigos

En las tardes largas

Viajando paradas

En cada estación

Con puerta cerrada.

Llegando al compás

De un tren rezongón

O sentadas solas

En algún rincón

En el subterráneo

Viajando en la noche

Del largo camino

Del túnel y el río

Entubado abajo,

Perdido en el seno

De la ciudad grande

Gigante, sereno,

Cerca de Dorrego,

Sin prisa y sin pausa.

Un sonido interminable

De sabios durmientes

Que van recorriendo

El tren de la vida

Que corre con ritmo.

Muchachas con gracia

Que estudian y hablan

Pensando que saben

Todo lo que pasa

En algún vagón

Del tranvía verde

Del viejo Lacroze

Desde Villa Bosch

Hasta Chacarita,

Después hasta el subte,

A la esquina trucha,

Callao y Corrientes,

Las chicas se bajan

Buscando un mañana

Que no llega nunca

Con libros y cuentas

Que van escondiendo

Miles de esperanzas

Mientras las hermanas

Crecen después de ellas

Y también alcanzan

El viaje a la escuela

Que las haga sabias.    

El cielo estaba borracho

El cielo estaba borracho,

Se lo tapaban las nubes;

Las zapatillas de trapo

De flores multicolores

Jugaban entre las piedras

Que decoraban las casas

De alguna ciudad antigua.

El suelo de pasto verde

Se amontonaba hasta el prado

Sin ver los bordes dormidos

De lagos grandes y azules

Con plumas sueltas al viento

Entre los patos volando.

El cielo estaba rojizo

De nubes, sol y veleros,

De aviones que se esfumaban

En neblinas de recuerdos

Que pasaban por mi vida

Durmiéndose sin consuelo.

El sol estaba en el cielo

Y mi avión se lo corría

Mientras le hacía cosquillas

Con burbujas jabonosas

De algún jabón con oliva.

La luna estaba escondida

Y no llegaba a alcanzarlo

Mientras me acuerdo de vos

Aunque me olvide de algo.

El cielo estaba borracho

De tanto avión en el aire

Riéndose a carcajadas

Si mandaba sacudidas

Que movían las valijas

De pasajeros en viaje.

Un gordo

Un gordo,

Un ombligo,

Un perro

Dormido,

El pelo cortito,

Un hueso

Redondo,

Y allá

En el fondo

Ya todo

Podrido,

Queda la ternura

De un verso

Que vuela,

Que sueña

Y palpita

Sin pensar en nada…

Ni siquiera en guita.

Tiempos que no vienen

Ni van,

Ni se quedan,

Ni huelen a nada

Mientras se hacen humo

Subiendo hacia el cielo,

Se ven en lo alto,

Despacio, callados,

En alguna nube

De polvo y asfalto,

Entre la alegría

De un chico creciendo,

La tristeza amarga

De un viejo muriendo,

Entre la esperanza

De un hijo en la escuela,

Sabiéndolo bueno,

Sabiéndolo sano,

Sabiéndolo alegre,

Sabiéndolo entero,

Y tener nostalgias

De los que quedaron

Porque no pudieron.

Variaciones de hockey (1988?)

(Para el día de la Madre)

Pensando en el tiempo

Cuando se acumula

En las multitudes

Gritando en la cancha

El dolor querido

De un muchacho tuyo,

Que estuvo en tu panza,

Que apunta y que manda

El puck hasta el fondo

Del arco contrario

Mientras la platea

Aplaude y corea

Diciéndole cosas

A los que van bien

Y a los que van mal

Por distintas causas.

Besos de los hijos

Casi no se ven

Entre el atareo

De días que pasan

Mientras se hacen grandes,

Se largan, se van.

Un flaco muy flaco

Que pasa volando

Sobre los patines

Se ve en la distancia

Del hielo en la cancha,

El murmullo lindo

De chicas y amigos

Que van y que vienen

Mientras que mi flaco

Apunta, hace goles

Y yo que me muero

De tanta alegría

Largo un grito agudo,

Con todo mi orgullo

De saberlo astuto,

Ágil, corajudo,

Fuerte y consabido,

Entre los amigos,

Los perros, los gatos,

El tano, la madre,

Y hasta el hermanito,

Que le va a gritar

Para darle ánimo.

Margarita

Mi amiga Margarita

Recortada en el marco

De la puerta de casa

Con la verja pintada,

Desde el jardín a la huerta

De cebollines y acelga.

Allá lejos en el tiempo,

Tus padres, tus abuelos

Hablando con los míos,

Vecinos del barrio

Cerca de la plaza,

Viajando todos juntos

Tomándonos el tren

Que llevaba a Campana.

Muchachos calientes

De solo mirarlos,

Augurios desde siempre

En la elección de pareja. 

El cine atrevido

Del realismo italiano,

Que despertaría,

Sentimientos graves,

De madurez profana

Paseando con tu madre

Sin que a mí me alcanzara.

Revistas de chistes

Con héroes tan zonzos

Sobrenaturales,

Perfectos e inhumanos,

Leyéndolos siempre

Si estaban a mano.

Escuchando radio

Mientras que Tarzán

Tomaba las lianas

Dentro de la selva,

Tigres y elefantes

Llamándola a Juana.

Ruidos tan pausados

Que buscan ansiosos

El miedo del canto

Que sube y trabaja

Llevándose al cielo

Montón de esperanzas.

Tus viajes lejanos

A Italia y España,

Tus viejos amigos,

Tus hijos y nietos

Creciendo a tu lado

Dándote la mano,

Fotos amarillas

De mirarlas tanto

Muestran cuánto crecen

Jugando a tu lado.

Margarita, tan pulida,

Tan ocupada, tan limpia,

Prolija, organizada,

Inteligente en las vueltas

Que la vida te daba.

Decisiones difíciles

Las hacés como nada.

No sé si alguien te dijo

Lo fuerte y valiente
Que sos en las malas,

Que siempre supiste

Buscar y encontrar

Respuesta adecuada,

Precisa y mesurada

En cosas complicadas.

Me acuerdo contenta

De Margarita mi amiga

Desde siempre, desde entonces,

En pedazos de niñez

Conversando cándida

En el patio de casa.

            

CALA en London de Ontario

Después de tanta paciencia

De parte de los demás,

Decidí que quiero hacer

Algún poema a esa gente

Que se anima a realizar

Sueños que a veces se tienen

Cuando pensás emigrar

Hacia un país tan lejano

Como es este Canadá,

Que es tan distinto del tuyo,

Sin saber si encontrarás

El trabajo necesario

Que te vaya a alimentar

Con comida que te guste,

La casa que abrigará

Con comodidad pasable

Contra el frío del invierno,

Mientras tratás de aprender

Las leyes a obedecer,

Un idioma atravesado

Difícil de pronunciar,

Aceptando con intriga

Las costumbres del lugar,

Decidiendo con apuro

Por tu familia, tus hijos,

Lo que es mejor para ellos

Y para vos además,

Sin tener conocimiento

De lo que pueda pasar.

Dejaste con gran tristeza

Tus compañeros de ayer,

Que esperan volver a verte

Si los vas a visitar

Al país de tus abuelos

Desde donde te viniste

Después de mucho llorar. 

Para empezar mi jornada

Les podría demostrar

Cosas que se hacen en CALA

Para ayudar de repente

Latinos que llegan siempre

Buscando seguridad,

Y hacerlos independientes

Integrando con amor

Distintos pueblos hermanos

Que ahora viven por acá,

Pero no tengo ni el tiempo

Ni la gran abilidad

De expresarme con sentido

En tanta capacidad.

Cuando los quejidos (1978?)

Cuando los quejidos

De los que lloraban

No eran atendidos

Como merecían

Porque los doctores

Cuidando su espalda

O pedían mucho,

O no hacían nada,

O lo alcahueteaban

A los de la cana,

Te nació el deseo

Y la voluntad

De hacerte médico

Y de saber más

Para curar llantos

Atendiendo heridas

De los que caían

Peleando en la causa.

Te costó una cárcel,

Te acortó los años,

Te trajo caídas,

Se llevó esperanzas,

Pero finalmente

Para nuestro orgullo,

Querida doctora

Tenés el permiso

De andar por las cierras

O por las llanuras

Sabiendo algo más

Del sufrir humano

Tratando de abrir

Caminos de vida

Entre el alarido

De pueblos que gritan

Por la libertad

Y el pan en la mesa.

Algún día, flaca,

Toda la desdicha

Se dará la mano

Se unirá, vencida,

Y acompañarás

Con tu medicina

A los que pelearon

Desde la trinchera,

A los que no pueden

Curarse ellos mismos,

Pero necesitan

De tu mano amiga.

Espero encontrarte

Uno de estos días

Y darte un abrazo

De orgullo que admira

Tu lucha de vida,

Tu anhelo y destino,

Recordándote

En aquellos años

Saltando terrazas

Mientras que tenías

A tu nuevo bebe

Creciendo en la panza…

¡Un abrazo, piba!