Verte de rodillas

Verte de rodillas
me da una alegría
que yo ni sabría
si es que era posible
gozarla de veras
si estás a mi lado
mirando a pantallas
delante una mesa
que te hace cosquillas.
Versos a la mano
que cubren de pronto
un poco de carne
que puse en el horno
cuando preparaba
con tanto trabajo
algún estofado
lleno de costillas.

Otra vez cada tanto

Cada tanto si te espero
bailando bajo la carpa
veo tus ojos tan tiernos
sin parecer decir nada,
pero siento derretirme
en la luz de una esperanza
si me espían de reojo
buscándome la mirada
entre soñando las cosas
que decís con tu palabra
mientras te vas a lo lejos
cuando menos lo esperaba.

Hormigas

Hormigas viajeras
que veo en la casa,
el jardín, el árbol,
los yuyos del prado,
tanto en la alacena
como en el costado
cerca la cocina
cocinando asados.
Hormigas horribles
que pican de veras,
aunque no pensás
que puedan hacerlo
de alguna manera
usando un sombrero
cuando estás afuera
que cubra tu cara
del sol del verano
pero no te ayuda
a darte una mano
si la hormiga negra
encontró tu brazo.

Humedad

Humedad odiosa
que cubre las cosas,
los zapatos nuevos,
las medias ociosas,
las paredes tristes,
el piso de losa
y la sangre vieja
de una vieja loca.
Humedad que cala
los huesos, la cara,
el pelo en la frente,
el cuello de garza,
el pecho saliente
y la espalda chata.
Humedad de lagos
lejanos, amigos,
con nubes que nacen
sin ningún respiro
y traen la mufa,
el hongo, el suspiro,
el musgo tan verde,
el ave en su nido
y las flores tibias
que ofrecen abrigo.
Humedad que odio,
que me da en la panza,
que trae rezongos
de gente que pasa
mientras que la lluvia
sin prisa y sin pausa
me besa y atrapa
hasta la mañana.

Día gris

Día gris, tristón, si llorando en vano
las pilas de agua que caen del cielo
tratan de ayudar a que crezca el pasto.
Se escucha un reloj con tictac mundano
mientras que te espío mirando de lejos
si buscás arreglos al dolor humano.
Día gris, sin ruidos, sin truenos, sin rayo,
silencio de agua que cayó en mi mano
y que se escurrió sin ningún reparo.
El sol se escondió, las nubes que lloran
se van muy despacio buscando una aurora
soñando despiertas futuros en lagos
que se hicieron ríos de un mundo lejano.

Manteles plateados

Manteles plateados, rojos, colorados,
llenos de cuadrados, de nubes, de prados.
Manteles azules jugando temprano,
vuelan por el aire como un aeroplano
y llegan al picnic de pastos profanos.
Manteles de gaza, de algondón y organza,
de lino bordado, de nylon the casa,
de seda y de piedra, de plantas muy altas,
de rocío fresco, de caminos mansos,
de ríos revueltos y gansos gritando.
Mateles que juegan volando en el aire,
que tienden el pan, el vino, el asado,
la ensalada verde y el salmón rosado.

Descanso

Descanso de las nubes,
las alas del rocío,
las velas de una tumba,
el pelo en el sombrero.
Descanso sin partida,
sin miedo, sin heridas,
con brío y alegría,
con fuerza y con anhelo.
Descanso en el silencio,
el frío, el desafío,
las horas en caminos
que vuelan sin destino.
Descanso que me quiebra,
me busca, me abandona,
si a veces sin quererlo
se cruza tu mirada
de águila nocturna
mientras estoy sentada
pensando en la penumbra.

Día de la madre

Día de la madre
en este lugar
nadie que me mire
ni miro jugar,
todo está en silencio,
chicos que no están,
que viven tan lejos
que  no volverán
para visitarnos
en este lugar.
Día de la madre
lejana y querida
que el tiempo que pasa
no puede borrar
horas añoradas
sin la despedida
cuando el abrazarte
no pudo esperar.

Caminando (No. 2)

Caminando por la tarde,
después de las 6 y media,
me divierte cuando veo
que caminás a mi lado
si vas haciendo el sendero
dentro del bosque de ramas
que florecen sin motivo,
solo por ser primavera
cuando te quedás conmigo.
Caminado tantas veces
en estos días festivos
me recuerdo de momentos
que pasamos distraídos
mirándonos a los ojos
por el placer de reírnos.
Es lindo el hacer paseos
por el bosque florecido,
es lindo si celebrás
el sol de la tarde quieta
con el viento en tus oídos
mientras el sol se va lejos
hasta quedarse dormido.

Audiencia

Audiencia querida,
lejana, aflijida,
que a veces se esconde
y a veces no encuentro.
Saltando en la moto
o en la motoneta,
no escribo más tanto
de todo este verso,
solo los recuerdos
de poemas locos
que corren sin miedo
mientras que si busco
algún agujero
quizás blanco o negro,
esa misma audiencia
se agrande de nuevo.

                   Atención:
Mi audiencia ahora tiene más de 126.000 visitas, estoy muy orgullosa por eso.
¡¡Muchísimas gracias audiencia añorada!!

Botas

Botas nuevas que comprara
para abrigarme los pies,
para correr por los prados,
para reírme de ayer,
para salir pavoneando
mientras me tomo el café.
Botas lindas, relucientes,
con moñitos de costado,
que me encuentran el camino
para llegar a tu lado,
que me llevan al bailongo,
o me devuelven temprano
así me voy a la casa
para reír con mi amado.
Botas negras, botas rojas,
altas, ceñidas o flojas
que me ayudan a cruzar
el pantano de las hojas
que se fueron allá lejos
llorando alguna congoja.
Mi ojos te buscan,
mis manos te añoran,
mis botas te siguen,
no paran, caminan
hasta el infinito de paz
en la aurora, cuando me despierto
sin mirar la hora, llegando el
momento de poner mis botas.