Año que se asoma

 El año dos mil

veinticuatro viene, 
despacio asomando, 

llegando sin nieve

al través del tiempo

que pasa volando

sobre las colinas,

los bosques, el pueblo,

y algún bicho raro

que temprano llega

si el viento lo trae

desde la arboleda.

El año se asoma,

despacio se llega

y en medio del día

que nunca termina

alguien que yo quiero

sufre con infarto

pasando las horas

en un hospital

postrada en la cama

con cables colgando

de venas azules

cuyos resultados

se van a pantallas

de color dorado.

Se toma remedios,

le llega un recuerdo,

cantando a la luna,

al sol, al tormento

de un partido triste

que queda perdiendo

cuando por la vida

nos vamos durmiendo.

Trescientas mil

 Cada tanto tengo tiempo

de mirarme en el espejo,

de confrontar mis anhelos

con conflictos que no espero

pero que pasan sin tino

al rincón de mis recuerdos

sorprendiéndome sin miedo

cuanto ni busco el momento.

La cosa es que acá esta noche

en el medio de romances

que en mi cabeza manejo

me encontré con un montón

de visitas de extranjeros

en este blog donde encuentro 

a 300 mil visitas

que me sorprenden de pronto

en lo que escribo con prisa.

Van dedicadas a vos,

ya que sos mi compañero,

a mis amigos lejanos,

a mis hijos y mis nietos,

mis hermanos y cuñados,

mis vecinos en el pueblo,

y algún metejón lejano

que llevo en el sentimiento.

Montañas de fuego

 Montañas de fuego

que llenan de brasas

el aire pristino

que añoraba calma

entre los infiernos 

que al bosque inmolaran.

Montañas sin miedo,

piedad ni cariño,

dejando cenizas

de árboles secos

que antes vivían

rodeados de flores,

helechos y hormigas

en la enredadera

de vida anodina

que quiere alargarse

sobre la colina.

Me gustás sin pausa,

me gustás sin miedo,

me gustás de pronto

si es que acá te encuentro

buscando una estrella

en el firmamento

de horas heladas

en bosques de infierno.

Tarde gris

 La tarde está gris,

en una semana

el día más corto

del año vendrá

y mientras la luna

levanta sus cuernos

en el cielo opaco

que a veces da miedo,

las horas se acortan

con sol escondido

detrás de una nubes

mientras que se acuesta

digamos temprano

cantando al camino

dentro de diciembre

el día 21

de todo el destino.

Carne y hueso

 Para inspirarme me busco

algo para escribir
que diga que en esta vida
podemos pensar muy bien
que la carne con los huesos
son buenos para desear
lo mejor que nos espera
cuando queremos amar.
Si los huesos y la carne
se alinean de una manera
que formen lo que sos vos,
me gusta tu cuerpo entero

para poderlo abrazar.

            (De una invitación de participar de un poema fusionado en Poemas del Alma)

Decisiones

 Estoy cansada,

el sueño llama,

pero me quedo 

acá sentada

como esperando

con muchas ganas

que el genio llegue

para inspirarme

llenando el alma

que tiene sueño

con unas pocas

tiernas palabras

que suavemente

me lleguen mansas.

Estoy cansada

pero me acuerdo

de las mañanas

donde dormía

toda abrazada

al cuerpo tuyo

con esperanzas

de enamorarme

una y mil veces

en decisiones

que me gustaban

mientras el pueblo

solo cantaba

con toda calma.

Indefinido

 Infinito, indefinido,

con dedos gordos dormidos

que quisieran encontrar

el horizonte escondido

en el centro de un rosal, 

mientras me acuerdo de vos

todo el tiempo sin parar.

Mis dedos teclean fuerte

teclas negras que me harán 

llamar corazones buenos

sin dejar de trabajar,

siendo que siento dormida

mi pasión resucitar

en el medio de mi día

cuando canto a mi rosal.

Nada es muy definitivo,

todo es descomunal

si comparo lo vivido

con lo que puedo esperar

de los años que me quedan

suspirando a algún rosal.

Increíble

 Qué increíble que podría

escribir a tantas letras

que pienso en algún instante

revoleando por el aire

páginas que vuelan sueltas

sin que nadie las mirara

ni les dieran pensamiento.

Cosas que salen de adentro

revolviéndome las tripas

mientras escribo sin tino

de almas que van llorando

desde el comienzo del tiempo.

Acá llegaba el invierno

que se quedaba en la casa

mostrando sin aspaviento

que es hora de irse a dormir

cuando las 10 de la noche

aparece en el reloj

sonando su tictac toc

que canta sin esperar

a que le des tu permiso,

contando en cada momento

los minutos y las horas

cuando te quiero besar

como en aquel casamiento

de allá lejos y hace tiempo.

 ... Lamento pero no voy

a perseguirte escribiendo,

mis ojos se están cerrando

mientras me miro por dentro

a ver qué es lo que pensaba

cuando sentada en la silla

buscaría un pensamiento.

Sos mi amor bonito

 Delante de algún teclado

negro y feo como un sapo
escribo pensando siempre
en el amor de mi vida,
el cariño, las entregas
de ser uno entre los dos
fusionados sin cuidado
al través de tantos años,
y pienso en tu amor bonito
desde tus brazos amantes,
tus caricias, tus suspiros
alrededor de mi cuerpo
sin dejar de imaginar
cuando no estás a mi lado
qué cosas pueden hacerse
si volvés hasta el hogar
como muchacho valiente
adorado y encantado
por esta mujer de siempre.

  (Escrito como contribución de un poema fusionado en Poemas del Alma)

Y vendria gente a casa

 Y vendría gente a casa,

esperando una mirada,

un calor de tardecitas

donde la luna está blanca

redonda en el horizonte

sin que nadie la llamara.

Y vendrían de rodillas,

acostadas o paradas,

demostrando a todo el mundo

que acá la vida se acaba,

se duerme mirando al piso

buscando una mano santa

que te cure las tristezas

de la noche a la mañana

cuando la vida se acorta

y los nervios nos declaran

que no hay mucho para hacer,

casi nada que yo sepa

para ver desde muy cerca

alguna amistad completa

comparando en la parada

las cosas feas que has hecho,

las que nunca las hicieras,

las que me gustan que tengas

que hacerlas para mi alma.

Cosas que puedan decir

que la gente en esta casa

vendrían a visitarnos

de la noche a la mañana.

Arriba

 Arriba de una montaña,

muy cerca de algún crucero,

cantaba una rana loca

mientras las pipas de viento

aullaban desesperadas

alentando algún gaitero

a que animara la farra

tocando sin aspavientos

canciones de enamorados

a todos los pasajeros

caminando en las manzanas

de la ciudad del acero.

Arriba, siempre adelante,

sin pensar por un momento

lo que vale la amistad

en el medio del infierno,

salían a caminar

los amigos del encuentro

mirando salir la luna

en la noche sin sosiego,

mientras las causas ajenas

morían con un lamento

mirando el cielo de tarde

en el medio del desierto.

Arriba me gustás más,

no dejes de estar arriba,

vale la pena decirlo

aunque duela la barriga.

Canciones que voy llorando

todo el tiempo,

noche y día,

nadie sabe que  mi verso

se inspira si estás arriba.

Coraje

 Coraje de corajuda

si te persiguen de día

y no aflojás porque sí

aunque te cueste la vida.

Te vas a buscar la vuelta

para ganar la partida,

y que nadie te sacara

lo que pensás que valdría

corregir lo que está mal

desde las horas del alba,

cuando el querer te despierta,

la luna muestra su cara,

el sol se acuesta de pronto,

las estrellas van cansadas

a buscar algún remedio

para llorar tu mirada,

sin coraje para nada.

Las flores quedaron secas,

ya nadie se las levanta,

van a parar al baldío

con nueces negras caídas

por el suelo del potrero

donde las ardillas bravas

las juntaban de repente

para guardarlas de pronto

en agugeros abiertos

en el arce de la casa.

Coraje de peregrina

que sigue buscando causas

donde la plata se quema

en sacrificios de hogares

que el dolor los derramara

haciendo hogueras sin tino

hasta el final de la causa.

Nunca se sabe

 Nunca se sabe en la vida

si lo que pasa hoy en día

no se iría a repetir

en un tiempo con medida

que salta como un canguro

y de pronto te sorprende,

te persigue, te defiende

por quererlo o sin querer.

Nunca se sabe la vuelta

que la vida te depara,

que los años te enseñaron,

que la plata está en la caja

y que tu tiempo no vale

si buscás ahorrar un mango

para guardar a tu plata.

Salí

 Salí, salí del camino
no te quedes en el medio,
los coches, las motonetas,
las motos, las bicicletas,
los carritos, las carretas,
todos te pueden pisar
si te quedás en el medio
del camino del lugar.

Salí de pronto y andáte,
viajá por siempre jamás,
andáte al cielo infinito,
despacio para viajar,
a la casa del vecino,
la azotea del rosal
y algún metejón antiguo
que te pueda perdonar.

Miráme sin sentimientos
miráme mientras pensás

que los nervios te traicionan
si te ponés a gritar.
Sentíte mas bien contento
de la mina que tenés,
no la mates a disgustos
si la podrías querer.

Te encontré una vez

 Una vez que te encontré

y me acerqué tiernamente,

no pude olvidarte más

y me quedó para siempre

en mi vida y en mi alma

tu voz, tu cuerpo, tus ojos,

tus caricias ebullentes

que me arrobaron de pronto

para adorarte por siempre.

Salud

 Pasé mi vida muy sana

día y noche sin problemas

la mayor parte del tiempo

queriéndolo o sin querer.

Pero llegué a los 80

y se puede demostrar

que la salud no es eterna,

ni siempre está en su lugar,

los huesos se desparraman,

el estómago se enoja

y no hace lo que debe,

los ojos se ponen viejos 

y solo ven lo que quieren

del lado izquierdo dormido

con el derecho muy bien

mientras mi vida con vos

está mejorando siempre

sintiéndome enamorar

otra vez miles de veces

todo el tiempo sin parar.

Canto de penas y heridas

que no podría olvidar.

 

 

Regaláme tus sonrisas

 Nunca podría olvidarme

las cosas que da la vida,
miradas dulces y amadas,
corazón sin compromiso,
libre de estar a mi lado
si me trae en sentimiento
sonrisas dulces y amadas
como veo en tus miradas
cuando llegás tiernamente
hasta el fondo de mi alma
todo el tiempo que sonríes
cuando regalás galante
los embrujos de tus manos
acariciándome toda
hasta el final de los tiempos.

     (De una invitación a participar de un poema fusionado en Poemas del Alma)

Cumpleaños propio

 Este año sin quererlo

pasamos un gran pontón,

ahora en los 80

todo llega sin perdón,

Tuve un ACV en junio

que se llevó mi visión

del querido ojo izquierdo

que sólo me deja ver

un rincón del horizonte

y así quedó con horror.

Sin embargo el mes pasado

mi marido se enfermó

y competimos de pronto

a ver quién está peor, 

si yo con un ojo y medio

o él con en tanto dolor.

Cada otro día y medio

visitamos al doctor,

que nos cambia los remedios

tratándonos de ayudar

para que no duela tanto

o para poder ver mejor.

Y para completar la vida

mañana es mi cumpleaños

y tendré mi ochenta y dos,

soplando muchas velitas

mientras voy a trabajar

tempranito en la mañana

después de poder dormir

y tener un desayuno

comiendo torta con velas

mientras me tomo mi té

deseándome a mi misma

que los cumpla muy feliz.

 

Audiencia para las 290 mil visitas

 Audiencia divertida,

creerse o no creerse,

llegué en esta visita

contando los porotos

que ahora tengo más

de lo que imaginaba

cuando empecé a escribir

este lugar de ensueño,

que ahora me visitan

para leer mis cuentos

en cada atardecer.

Locuras de la carne,

el beso, el esquinazo,

abrazos, martillazos,

lloradas y sonrisas,

dormidas, despertadas,

esperanzadas de poncho

con las hilachas de abrigo

que en mi vida me gustaban.

Señoras y señores

acá en este momento

llegué contando visitas

290 mil  

que vienen muy arregladas,

mientras yo nunca pensaba

que un día tuviera tantas

con sueños de la nada.

Boleta de gastos

 Quisiera mandarte un día

la boleta de mi vida,

pondría en ella con gusto

las cosas que conseguimos

trabajando los dos juntos

mirándonos en la cara

sin pensar en consecuencias

de lo que iba a pasar

al final de la jornada,

si en lugar de perseguir

quimeras desesperadas,

poníamos como meta

cosas fáciles y claras

para llegar sin esfuerzos

a finales de batallas

sin perder a los soldados

que sus vidas arrojaban.

Exigencias de la vida

que costaban poco y nada,

como el buscar alegrías

atravesando caminos

alrededor de montañas

en rimas que iban tranquilas

expresando a la marchanta

poemas que van naciendo

desde el fondo de mi alma.

Viaje que viaja

 Viaje bonito

que me arrebata

mientras que salto

gritando fuerte

buscando altiva

algún regalo

en cada etapa

de los caminos

cantando sola

tangos con vino,

enamorada

de mis destino.

Viaje de veras

que al final hice

yendo muy lejos

en un crucero

con la bondad

de mil reflejos,

mientras flotando

sobre el gran río

del San Lorenzo

nos retraímos

a la cabina

como dos chicos

con objetivos

de escribir versos

hasta el domingo,

porque bailar

nunca pudimos.

Poeta virtual en la internet

 Pasé de alto el primer desafío,

el segundo y el tercero,
pero con este nuevo intento
de la invitación de Hermes
haré una estrofa muy simple
para agregar al voleo
la idea de hacer poemas
sobre el teclado que llega
en un rincón de la red
haciendo honor al poeta
que escribe sobre los prados,
las colinas, los sembrados,
en ideas de pasión,
de amor a la compañía
que le toque conseguir
viviendo la vida a pleno
compartiendo su saber
con gente que se hace amiga
sobre nubes de internet
que se extienden por el aire
y en el vacío sin fin.

   (De una invitación a participar de un poema sobre el poeta virtual en Poemas del Alma)

Es tarde en la mañana

 Es tarde en la mañana

son las once menos diez

y me comí una tortita

que compré usando cash

mientras parece que el suelo 

se mueve como en cruceros

aunque no se mueva más,

sólo está la sensación

del bote que hay que olvidar.

Y el dolor se va volando

para tomar un remedio

que necesito tragar

a las once menos cinco

o las once menos diez,

buscando con muchas ansias

un vaso lleno de agua

que la haga digerir.

Tiempo que quemo esperando

que el suero baje a tu brazo

sin que llegue a reventar

para reponer la sangre

con agua limpia y salada

que te obligan a aguantar.

Cosas que una no sabe

si correrás sin parar

o te quedarás sentada

en la silla del lugar. 

Siestitas que voy tomando

cuando ni sé si dormir

mientras espero a tu lado

que vean lo que pasó

para sentirse cansado

y con dolores de más

buscando un alivio sano

que te deje caminar.

Patrulleros y hospitales

 Patrulleros policiales

patrullan por todos lados

en el aeropuerto abierto

de la ciudd peregrina

de Boston de mis recuerdos

mientras espero paciente

que las horas pasen mansas

para alcanzar algún vuelo

que nos lleve sin pavadas

a volar  hasta Toronto

7 y media de la noche

cuando se extraña la cama

que compartimos los 2

en nuestro Ontario del alma.

Dormir mientras te sentás

en una silla olvidada

que no sabés si limpiaron

a las 3 de la mañana

para poder descansar

sin preocupate por nada

mientras el tiempo que pasa

no hace ruidos ni macanas.

El escenario cambió

estamos en el Ontario

y nos quedamos durmiendo

de hospital en una cama

mientras un montón de gente

revolotea sin frenos

para poder conocer

si te morís de mañana.

No vemos más patrulleros

ni policía montada,

la gente se sienta sola

con un número en la mano

y el estómago vacío

para poder dejar sangre

en tubos con etiqueta

que tiene tu nombre escrito

esperando resultados

que expliquen un veredicto.

Dulcemente

 En octubre, dulcemente

a las 2 de la mañana

quiero contarte unos cuentos

que te despierten las ganas

de besarme dulcemente

todo lo que quieras antes

que te duermas en la cama

sin mirar para mi lado

porque las piernas te duelen

y también duele la espalda

cuando dolores perturban

a las 2 de la mañana.

En octubre dulcemente

y después de algún crucero

tendrías que conseguir

un poco de inspiración

de quererme suavemente

a las 2 de la mañana.

Noche y día suspirando

por besos que extraño tanto

y abrazos con esperanzas

de desayunos calientes

a las 10 de la mañana

después de encuentros valientes

en las horas más tempranas.

Estoy cantándole

 Estoy cantándole al mar,

a la luna, a las estrellas

y les canto de repente

sin que nadie se dé cuenta

cómo siento mi pesar.

Canciones desesperadas

que no podés escuchar

porque me estrujan el alma

cuando me pongo a llorar

sin saber cómo escribirlas

si no sé lo que expresar.

Tener hijos sin saber

cómo entender la noción

donde se puedan guiar

viendo cómo crecerán.

Una les da algún aliento

y los deja caminar

mientras se van hacia el viento

que los empuja sin paz

con sus penas y alegrías

en el tiempo de pensar

siendo que el futuro veo

como una pregunta más

de no saber si ayudarlos

es lo mejor para hacer.

Otro desde Boston

 Mientras la luna se acuna

y el sol la lleva a jugar,

nada queda en mi cabeza,

solo la luna y el mar

con voces de terciopelo

que lloran en mi cantar

de corazón contraído

cerca la playa y el mar.

Estoy cantando bajito,

nadie me puede escuchar

esas canciones de antaño

que recuerdo con amor,

porque las canto sin miedo

para que me escuches vos.

Estoy silbando sin prisa,

vivo entre el aire y el cielo

sin saber a dónde voy

y me derrito en tus brazos

si te delcaro mi amor.

Años que ya se me fueron

y no me quieren volver, 

paso por el mar y el viento

del sol del amanecer.

El sol, la luna y el mar

cantan canciones de cuna

que no quiero repetir

porque no supe quererte

cuando podía querer.

Llenar la hoja

 Tengo que llenar la hoja

sin que se quede vacía

mirando casi sin nada

lo que queda en la alcancía

sin ver lo que no me sirve,

ni lo que a veces mentía

sin saber lo que conviene,

lo que sale, lo que queda,

lo que se fue para siempre,

lo que llegó sin pedirse

y lo que viene sin prisa.

Tengo que llenarla pronto

sin mirar para adelante,

sin conocer el camino

y sin ser un caminante.

Trabajos desesperados 

que busco desde la luna,

el sol, el campo y la arena

que venían sin querer. 

Encantada

 Encantada, enamorada,

veo la vida pasar,

la veo desde muy cerca,

la veo sin descansar,

la veo cuando descanso

y si me voy a acostar

calladita al lado tuyo

también la veo pasar.

Ya no tengo tantas fuerzas,

ya no me pongo a llorar,

lo que se hizo se hizo,

lo que no, no ha de pasar,

quisiera cantar bajito

pero mi voz está ronca

de tanto hablarle a la mar.

Viento que trae tormentas

de carácter tropical

a más de una vida loca

que ya no puede pasar.

Tengo solo un ojo y cuarto

y poco me ha de asustar,

vivo sin voz ni tapujos,

vivo sin verte jamás,

vengo de lugares viejos

que ya no quiero mirar.

Susurros lentos

 Susurros lentos

del aeropuerto

cantos al viento

que suenan locos,

salir corriendo

en un momento

con alegría

mientras la cara

de una sandía

muestra semillas

con picardía.

Pensando en vos

paso la vida

mañana y tarde

y al mediodía

entre las nubes

del sol de octubre

buscando vida

que todo cubre

con escaleras

si va bajando

a pasajeros

que la transitan

soñando un vuelo

hacia Argentina.

En las mañanas

 En las mañanas de entonces

encontraba sin quererlo

cosas que nunca veía

cuando cerraba los ojos

para descansar mejor

mientras la vida corría

todo el tiempo sin respiro

y nada que yo decía

convendría repetir

si quedarme al lado tuyo

tendría que ser mejor

que encontrarme sola y yerma

todo el tiempo en mi llorar.

Vivir la vida contigo

en un continuo placer

sin vivirla siempre sola

escondiendo mi pesar.

Cosas que el tiempo mostraba

que es difícil compartir

este amor en la nostalgia

de lo que va a suceder

cantádote en la distancia

sin desdicha en mi querer.

Verso feo

 Hoy es solo medio día

del viaje para llegar

al puerto de Quebec City

donde podría dormir

en una cama de veras

que me dejara roncar.

Cosas que a una le pasan

entre lomas y lugares

viajando sin encontrar

una razón en la vida

donde me pueda ocupar

de inspirarme en mil pecados

que podría rebuscar

en mi bolsa de poemas

que en la cabeza llevara

cuando me quiero inspirar.

Vaya, qué verso tan feo

que escribo sin encontrar

nada que llore de veras

entonando mi cantar.

Cielo

 Estoy mirando hacia el cielo

y no veo casi nada,

nubes que van dibujando

un viento de muchos sueños

se acumulan de repente

al final de la mañana.

La bandera del crucero

se mese sin importancia,

nadie le lleva al apunte

aunque esté distorcionada.

Era muy distinto anoche

a las 2 de la mañana

cuando la tormenta Filip

nos sacudía con ganas

trayendo consternación

a los pobres pasajeros

que trataban de dormir

abrigados en la cama.

Cielo que trae placeres

o tormentas de cumparsa

cuando tomás un crucero

sin pensar en la macana

de viajar por muchas millas

cabalgando sobre el agua.

Tren perdido

 Estoy en un tren perdido

en el medio de la vía

andando siempre adelante

orientado a Montreal.

Sin hacer ruidos ni quejas

este tren tan silencioso

los kilómetros se come

todo el tiempo al vapulear

entre bosques, lagos, ríos,

ignorando en su pasar

que sigue yendo adelante

hamacando en su vaivén

a la gente que hace ruido

y no deja concentrar

cuando escribo una poesía

en un viaje a disfrutar.

Gente que en su algarabío

hace chistes y hace mimos

en una danza de amor.

No sé qué haría a estas horas

si no estuviera con vos.

Trencito con gente joven

que me hace recordar

algún tren hacia Torino

hace mucho tiempo atrrás.

En el subsuelo para estacionamiento

 En el subsuelo

que deja verse

pasan los autos,

los colectivos,

los buses grandes,

los taxis grises

y las personas

que bajan juntas

para alejarse

del aeropuerto

camino a casa,

muy despacito

o a todo pique

si van corriendo

para alcanzar

sin perder tiempo

a los aviones

del aeropuerto

que carreteando

sobre la pista

llevan sin pausa

sus ilusiones

y sus tristezas.

En el subsuelo

gente que piensa,

gente que ríe

o que transita

sin mucho ruido,

quiere alejarse

del aeropuerto 

si consiguieron

tomar el vuelo

que les convino

para llegar

al patrio suelo.

Escalera mecánica

 Acá detrás

las escaleras

suben y bajan

sin darte cuenta

mientras que suenan

esos tambores

que van saltando 

los escalones

en un sinfín

de cosas muertas,

mientras rezás

y te consuela

que nadie llegue

hasta la mesa

donde escribís

sin muchas vueltas

que tu esperanza

esté contenta

que a los que bajan 

no les molesta

que escribas versos

en la vereda

de algún balcón

del aeropuerto

mientras el sol

se da la vuelta

por la ventana

que no está abierta,

pero que filtra

en tarde austera

rayos solares

que nadie espera.

Y hay un muchacho

llevando un bebe

que va bajando

las escaleras.

Estoy en Boston

 Estoy en Boston,

mágica tierra

que no conozco

ni conociera.

Estoy de paso

desde la escuela,

al caso estrecho

de la rayuela

y las canciones 

de alguna abuela

que piensa loca

si está contenta

de ver de lejos

lo que le espera

si nadie sabe 

cómo perderla,

o cómo pronto

algo se gana

sin la vergüenza

de ver de lejos

lo que se piensa,

siempre rodeada

de gente fiera

que sufre y canta

a su bandera.

Estoy sentada

en una silla

dentro de Boston

sin mucha prisa

si lo que espera

en el aeropuerto

de la rayuela

son los gusanos

de la paciencia

que están creciendo

muy dentro tuyo

sin darte cuenta.

Lamento

 Pido disculpas a todos

los amigos y vecinos

que parece que ignoré,

me fuí a pasear a un crucero

que resultó divertido,

pero tal como anunciado

me alejó de teclas negras

tan queridas para mí.

Lamento agugeros negros

que crearon mi placer

si me tomé vacaciones

cuando a todos ignoré

añorando este teclado 

mientras gozabas las olas

de un gran río del Quebec,

pero escribí con birome

varios versos de verdad

que pronto les mandaré

cuando retome el aliento

para copiar por acá

las cosas que voy diciendo

en el blog de mi querer.

Me voy para Barranquilla

 No sé si soy un caimán

o si soy una sombrilla

pero me voy a pasear

ya bien lejos varios días,

no exactamente en Colombia

ni tampoco en Barranquilla.

Prometo que escribiré

todo el tiempo sin parar 

pero lo haré con un lápiz,

un papel y nada más.

La internet no está al alcance

en el crucero veloz,

si es que se queda parado

cuando lo crea mejor.

No me extrañen demasiado,

prometo volver de a pie,

en tren o en algún costado

de un avión que tomaré

en la ciudad de ese Boston

que me estremece la piel

mientras vuelva para casa

caminando en mis dos pies.

Otro año con festejos hacia el poeta virtual

 Acepto la invitación

con cariño y emoción,
no sé si métrica ayuda
o mi estilo es sin control,
pero me gusta escribirles
cuando se va a celebrar
el día de algún poeta
que apareciera virtual
con amor y alevosía
todo el tiempo sin parar.
Muchas veces soy alguna
de los tantos bardos viejos
que decided agregar
pensamientos en el tiempo
para ponerse a gozar
mis ideas del amor
al través de muchos años
hasta que ya no dé más
y me quede de repente
sin nada para cantar.

   (De una invitación a participar de un poema fusionado en Poemas del Alma)

Saber

 Yo sabría que si escribo

unas palabras viajeras

que me llenen de emoción

sin quererlo o por que quiera

podría sentir mi vida

hermosa y empecinada 

como si fuera tan nueva

que no podría olvidarla.

Un abrazo a mis amigos,

a mis cantos a la patria,

a cientos de versos locos

que de pronto se aparecen

y me persiguen el alma,

la locura, la belleza,

la fé de la media cara

porque algún ojo está viejo

y no vé casi más nada.

Me siento triste sin verte,

me siento alegre si puedo

verte de pronto a mi lado

cantando estos versos sabios

que se hilvanan sin pecado

porque el pecado se ha ido

y no sé cómo encontrarlo.

Veredas

 Por acá llega el otoño,

del verano poco queda,

pero si camino un poco

caminando por veredas,

en mi pueblo querendón

se verá que están aseadas,

coquetonas y contentas

con las flores del otoño

que ayudan la inspiración

de una cantidad de gente

que leyendo mis poemas 

podrán ver sin mucho lío

que las mariposas vuelan, 

las abejas se entretienen

llevando miel a la reina

y el panal de las avispas

también se llena de néctar

para poder enfrentar

la naturaleza nueva

con ciclones y con vientos

en el invierno brutal

que nos espera de nuevo.

Día Mundial del Corazón

 Esperar que el corazón

viva por siempre en mi pecho
esperanzado por vos,
por tu voz, por tus afectos
es lo mejor que me espera
pensando en vos todo el tiempo,
noche y día, día y noche,
sin la tregua de un reproche,
mientras se va por mis venas
la sangre que en mi pasión
corre sin pausa a tu lado
hasta el día que me muera.
Como si hubera nacido
el día que bien recuerdo
cuando bailaba con vos
en nuestro primer encuentro.

(De mi participación por la invitación escribiendo un poema fusionado en Poemas del Alma)

Veamos

 Veamos si en algún lado

escondido de mi vista

alguien se manda un asado

que huela de maravillas

y me convida con vino,

con pan y con papas fritas

festejando que el trabajo

no se hace los domingos.

Veamos si sin pensarlo

mi inspiración se despierta,

no veo ningún milagro

que se acerque hasta mi puerta,

mientras las horas que pasan

terminando mi domingo

me muestran que hice muy poco

de lo que yo prometiera

que me iba a dedicar

de hacer en muchos projects

en estos últimos días.

Y no había

 Y no había nada malo,

nada bueno por mirar,

sin saber si tanta lluvia

llegaría sin parar,

desde el río, la montaña,

y el pueblo de amor con sal.

Las vacunas de la vida

que protegían mi paz,

se vestían de nostalgia

no dejándome pasar

ocasiones delicadas

que me harían recordar

las películas románticas

que miraba sin parar.

Desde la mañana

 Desde la mañana

buscando tranquila

fuentes de locura

que llevo escondidas

en lo más profundo

del alma perdida,

veo inspiración

en pájaros sabios

cantando al amor,

y  al calor humano

que puedo encontrar

si me das la mano,

mientras pregoneo

cantando mi canto

lleno de alegría

de tiempos pasados

cuando mi deseo

era el encontrarte,

mirarte a los ojos

y cantarte un tango.

Quisiera saber

 Quisiera saber por qué

desde el fondo de mi calma

me cuesta pensar de pronto

cosas que a veces dijera

que me persiguen sin asco

porque fuí mala o ligera

y no vi las consecuencias

que de pronto produjeran

cuando hice sin querer

mucho daño a mis cariños,

a mis causas, a mis niños,

a mi amor y a mi destino

a las patadas torcidas

que lo hicieran tan dañino.

Quisera borrar locuras,

setimientos, esperanzas

que se olvidaron del cielo

y me hundieron hacia abajo

cuando elegía caminos

que no valían la pena,

porque sentía traición

delante de mi inocencia.

Es triste sentirse sola,

dejada y desconsolada,

sin ver lo que ahi pasaba,

todo el tiempo abandonada.

Rosa miniatura

 Una rosa miniatura

que encontrara en mi jardín
me recuerda aquel muchacho
que las traía con él
cuando llegaba al trabajo
enamorado de mí.
Muchos años ya pasaron,
muchos que casi olvidé
pero la planta de rosas
que florece en mi jardín
sigue mandando mesajes
a mi pobre corazón,
viejo, triste y alejado
de las cosas que perdí
cuando mis padres pensaron
que no saliera con él.

      (De una invitación a participar de un poema fusionado en Poemas del Alma)

Atrevimiento

 Acá me voy a atrever

a escribir golpeando teclas

las penas desesperadas

que me llenan con angustia

de la noche a la mañana

cuando quisiera querer

pero no tengo paciencia

para abrazarte de nuevo

mientras quedo desvelada

esperando el visto bueno

para largarme a cantar

estos versos de mendiga

si no querés aceptar

que mire el cine de día

si no puedo escribir más.

Canciones que una trajina

sin saber lo qué decir

mientras el tiempo que pasa 

por los dedos se me escurre

como agua que no puedo

tomar cuando tengo sed.

El verano del 2023

 Éste es el verano

donde todo es anormal,

donde la gente se encuentra

con fuegos quemando bosques

con pinos secos que el viento

expande hacia las viviendas,

los edificios cerraados,

los corrales, los sembrados,

los negocios y las chacras

que entre las llamas perecen

dejando por todos lados

ceniza recalentada

con muerte para el ganado

y los bichos de los prados.

Mientras tanto en otros lados

con los ríos desbordados

por lluvias que no terminan

inundan y matan gente

con montones de ahogados

atrapados en los autos

llevándose hasta los puentes,

los diques con sus vertientes

dejando todo mojado.

El barro que está tan flojo

con costados ablandados

en montañas, se derrumba

como arransando a su paso

todo lo que encuentra a mano

sembrando sin atenuante

destrucción horripilante.