Las
aventuras perdidas
Que
pienso sin apurarme
Son como
ríos de fuego
Que me
divierten y arden,
Me
distraen en mi mente
Aunque
sean disparates,
Me
cantan versos antiguos
Que ni
puedo imaginarme.
Flores
en los madrigales,
Corazones
que dormidos
Sueñan
cuentos de trigales,
Con campos
llenos de lino,
De
lechuga y de cebolla,
De la alfalfa,
del centeno,
De
maizales madurando
Sus
choclos de gran melena,
De
terneros que lamentan
Sus
pasos por la pradera,
Y de
gallinas contentas
Con sus
pollos que pasean.
Mis
aventuras soñadas
Piensan
en las cosas buenas,
No
quieren ningún peligro
Ni
riesgos que traigan miedo,
Duermen
como hipnotizadas
De la
noche a la mañana
Sin que
nunca miren nada
De curiosidades raras,
Son
torpes y son cobardes,
No se mueven
ni levantan,
Quieren quedarse acostadas
Quieren quedarse acostadas
Casi toda la mañana.
Mis aventuras despiertas
Mis aventuras despiertas
Prefieren
las azucenas,
Los
malvones, las verbenas,
Los
lirios, los girasoles
Y los
helechos con hiedra,
Nunca animales hambrientos
Que te ataquen con violencia
Nunca animales hambrientos
Que te ataquen con violencia
Tan peligrosa en los osos,
Zorrinos,
castores, lobos,
Mapaches
que comen pollo,
Zorros
con tapados grises
O coyotes de cavernas.
O coyotes de cavernas.