Las
canciones que yo canto
Son
canciones pobrecitas,
Canciones
de tiempo antiguo,
De cantos
viejos de antaño
Que me
perforan el alma
Cuando me
miro al espejo
Y me
recuerdan la piba
Debajo de
este pellejo,
Que se reía
y lloraba
Y cantaba
las Auroras
En las mañanas
de frío
Mirándose a
la bandera
Con el
aliento muy blanco
Que me
hace reír ahora.
Las
canciones son pausadas,
Son
tristes, son anheladas,
Las escondo
de la vista
Porque no
estoy arreglada
Para
escribirlas ahora
Cuando no me inspiro tanto
Al ponerme
a buscar versos
Que escribo mejor mañana
A la hora
del camino.
Las
canciones se hacen vagas
Cuando la
noticia llega
Que alguien
que con el tiempo
Se hizo
parte de mi vida
Se fue a
buscar una estrella
Desde su vida dormida
Y la noche acorralada
Entre las nubes tranquilas
La mira
pasar my blanca
Volando por
la cornisa.
Las
canciones se retuercen
Y se van
llorando solas,
No las ves
ni las tocás
Ni las
tenés que escuchar,
Aunque te
hagan sentir loca
En pensar
en las angustias
Que te
suben a la boca,
Pero si te gusta más
Pero si te gusta más
Las podés
hacer bailar
En el patio
del lugar,
En la
granja y el corral.
Si algún
día me acordara
De
levantarme temprano
Y me fuera
sin apuro
A caminar
por los campos
De la
patria envejecida
Gozando la
preciosura
De la
amistad que se aguanta
Las
chifladuras perdidas
De alguna
amiga lejana
Que se fue
de la Argentina,
Me pondría
muy contenta
O lloraría
de pena
Del beso
que no se dio
O el cuento
que no se cuenta.
Me quedaría
tranquila
Y dormiría
sin prisa
Hasta la
tarde temprana
Con toda la
gente amiga
Mirándote con piedad
Mientras pondría buscar
Las cosas
que vas sufriendo,
Un caminar
de verdad
Entre la
nieve que cae
Sin que se
pueda evitar,
O escribiendo en la oficina
O escribiendo en la oficina
Que me dan a organizar.
Si tuviera
veinte años
Me sentaría
a pensar
Las cosas
que ya pasaron,
Las que ya no
volverán,
Las que se
fueron tan lejos
Que no las
voy a encontrar,
Las que vendrían
de vuelta
Haciédome suspirar,
Las cuentas que no cerré
Ni que
cerraría nunca
Por más que
me cueste un pie,
Una mano,
una cabeza
O el
corazón de vergüenza
Que me da
tanta tristeza.
Mañana
será otro día
Sin ninguna
despedida
Y sin
niguna promesa.
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