Fotografías antiguas
que miro con embelezo,
con admiración continua,
con amor y mucho celo.
Pilas y pilas de ellas
pegadas en armonía
para verlas cada tanto
en álbumes ordenados
con tantas fotos queridas
amontonando contentos
para recordar por siempre
detalles de muchos viajes
que hiciéramos en familia
en campamentos a bosques
en canoa, o caminando,
y bañándonos en lagos
haciendo vida tranquila.
Visitando en las ciudades,
monumentos y museos,
castillos llenos de cuentos,
de historias y de silencio.
O cuando el frío llegaba
en la Navidad contenta
nos íbamos a esquiar
cerca de alguna montaña
en lugares adorables
mientras los chicos crecían
poniéndonos los esquíes,
los patines sobre hielo
o borseguíes enormes
para caminar con frío
en lugares llenos de hadas
misteriosas de blancura
cantando en las noches largas
que inspiraban a jugar
todos juntos en familia.
No comments:
Post a Comment