Se me ignora, se deplora
cosas raras que pasaban
y también que se escondían
sin que nadie las contara,
porque la chica lloraba
mientras tenía esperanzas
de verse linda de día
aunque todos la miraran.
Se me ignora de repente
a la hora de la cena,
en los grandes aspavientos
de la ópera alla Scala,
cuando en silencio buscaba
una mirada valiente
porque todos me encontraban
mirando el cielo celeste
sin decir una palabra
para hacerme sentir bien
a la hora de la nada.
Besitos que yo te daba
buscando tus manos fuertes
que me abrazaran con ganas
para sentirme contenta
junto con vos en la cama.
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