(este es una variación mayor del poema anterior)
Debajo de un techo
Debajo de un techo
Que es
negro
Y que
aplasta
Cuando vos
no estás
Cerca de la
casa
Cae la llovizna
Pesada y
helada
De gotas de
hielo
Que forman
un muro
Contra las
ventanas...
Lloro
largas horas
Con pena y
con rabia
Con toda
impotencia
De no poder
nada,
De no
decidir
Todo lo que
pasa
Y de ser un
cero
Dentro de
la casa
Que sirve a
los otros,
Que apura
en el alma
Sueños
increibles
De vivir
mejor,
Y ser
elegida
Con el
corazón
Y no con la
plata.
Te quiero y
te odio,
Y mientras
que se haga
Todo lo que
quieras
Dentro de
la casa,
La mano de
hierro
Se agranda
y me atrapa,
El odio me envuelve,
Te agarra
Y se
agranda
Entre
nubarrones
De la
lluvia helada,
Sin ver nunca el sol,
Ni el cielo,
Ni el alba.
Sólo veo
ruinas
De sueños
que pasan
Con la
peregrina
Duda de
esperanza
Que se hace
muy negra
Para
rescatarla
Dejando que queme
Sin la
incertidumbre
Un tren
que me arrastra
Hacia la barranca,
Horas desgranadas
En cosas pasadas.
Sueños de
elegancia,
Sueños de
agradar
En locuras
vagas
De vivir
contenta
Dentro de
este mundo
Y con la
familia.
Los seres
que quiero,
Mi padre,
mi hermana,
Mi hermano
menor,
Los vecinos
locos
Perdidos en
sueños,
El marido
estricto,
Los hijos,
los suegros,
Cuñados y amigos
Que ya ni
recuerdo.
Y todo el
absurdo
Camino del
miedo,
De la noche
oscura
Con lluvia
que cae
Sin prisa y
sin pausa,
Sin gloria,
sin vida,
Sólo
destructora
De todo
mañana
Con frío en
el pecho
Y horror en
la cara,
Temblor en
los pies
Y frío en
el alma
Corriendo en la nada.
Te quiero
Sandrino
(No sé qué
me pasa)
(el hecho que nombro a mi padre quiere decir que fue escrito hace +/- 20 años)
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