Cuentas, cuentas todo el tiempo
de la noche a la mañana
para pagar los impuestos,
la electricidad tan cara,
el gas, el agua, el teléfono,
el celular que no para
con calculadoras buenas
que me ayudan sin macanas
a contar en la chequera
cómo se vuela la plata.
De pronto también me acuerdo
de las cosas que me pasan
cuando recuerdo de pronto
que en esta vida no hay nada
si cuando necesitás cosas
no tenés para pagarlas.
Está bien hacer las cuentas
sin preocuparte por nada
porque te rompés el lomo
trabajando sin problemas
riéndote a carcajadas
cuando el trabajo que hacés
te ayuda para pagarlas.
Por eso pienso en mi vida
cuando me quedo en la sala
mientras te escribo estos versos
con cosas que voy pensando
de algún metejón lejano
que se me fue allá muy lejos
perdiéndose en la distancia.
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