Y ahí nomás planté mi bandera,
mi canto a la aurora, al día,
a la aldea
donde nos quedamos a pasar el tiempo
lleno de nostalgias,
de frío y de viento.
Y ahí nomás me quedé
añorando tu mirada,
tus manos fuertes y libres,
mi candor en la nostalgia
de no poseer más nada,
solo un verso en mi cabeza
que sueña llegar si anda
para acostarme a tu lado
mientras te beso la cara.
Y ahí nomás me gustó
que no te fueras muy lejos,
que te quedaras conmigo
mientras espero tus besos,
tus caricias, tus abrazos,
tu pasión incontrolada
que se transmite a mis huesos
en el calor de mi alma.
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