Me sobra

 Me sobra el tiempo

tan solitario

con la cadencia

de árboles blancos,

con la energía

de chicos bravos,

con la delicia

de vieja sabia,

con la malicia

de vieja mala.

Me sobra el tiempo

y la palabra

que se me enrosca

en la nostalgia

de pasos tiernos

y voces mansas

que van diciendo

lo que me pasa

sin que yo sepa

por qué me pasan

mientras camino

sobre la pampa.

Me sobra el tiempo,

se acerca el alba,

tengo en mi vida

de mujer rara

cabellos blancos,

con manos pálidas

que te acarician

con poca gracia

en la inocenca

de amarte vaga

sin que me cueste

besarte harta.

  

Es casi

 Es casi muy fácil

creer en romances

aunque a veces sea

solo para mí,

la imaginación

que a veces cultivo

para mi alegría,

con cuentos de hadas,

de 7 enanitos,

y fábulas raras

que acunan tus brazos,

mientras que se olvidan

tropezones raros

que a veces palpitan

debajo del tiempo

de la calesita

con caballos blancos

galopando al paso

en la rueda amable

dando muchas vueltas

sin pausa y sin prisa

buscando el romance

que adorne mi vida.

Blanco

 Todo está blanco,

blanco y helado,

blanco en los pinos

blanco en el álamo,

blanco en las nubes 

y en el mercado,

blanco de fiesta,

blanco a tu lado,

blanco en la mesa

y en el asado,

blanco en la plaza

blanco en el prado,

todo está blanco

blanco y helado,

blanco de fiesta,

blanco a tu lado,

me gusta el blanco

desesesperado,

Navidad blanca,

blanca a tu lado,

blanco en mis manos,

mundo encantado,

todo está blanco,

blanco está el patio,

blanco en los flancos

de los costados,

blanco está el gato

que ha visitado,

blanca la casa

blanco el reparo

donde cantaba

siempre a tu lado,

blanco los sueños

blanco el recado,

blanco el poema

que te regalo.

Tiempo de guitarras

 Tiempo loco de guitarras

que cantan a la alegría,

a las penas, a la herida

de algún metejón oscuro

que piensa en la despedida

de años que se van solos

si es que de pronto se olvidan.

Tiempo de lluvias y amigos,

de rincones escondidos,

de secretos tan malditos

que se apilan al oído

si no controlo el destino.

Tiempo de uñas perfectas

en manos de alguna mina

que me sacan del confort 

cuando se llevan mi amor

y me dejan sola y fría

mientras no puedo alcanzar

la paz de algún sueño raro

al que soñaba despierta

cuando no costaba nada

escuchar lo que está en boga

sin saber cuándo se paga.

Pasiones extraordinarias

 Quisiera cantar sin pausa

alguna canción dormida,

alguna que despertara

mis pasiones escondidas

cuando me pongo a soñar

mientras voy a la cocina

a buscar inspiración

en medio de la comida.

Quisiera encontrar pasiones

todo el tiempo con la rima

de algún momento solemne

que aparece sin consigna

y me muerde el corazón

mientras me quedo dormida.

Quisiera nombrar tu nombre

todo el tiempo de mi vida,

pero me cuesta encontrar

oportunidades lindas

para saber lo que pasa

cuando me siento oprimida

trabajando con afán

día y noche, noche y día.

Poemas interminables

Poemas interminables

que me persiguen sin tregua,

que se enroscan en mi mente,

hasta que los hago verso,

que me devuelven la calma

de gente que pasa y mira

la placidez de mi alma

como una voz de Argentina.

Poemas que escribo siempre

desde una silla que rueda

alrededor de una idea

que se forma por si acaso

cuando me acuerdo de vos,

cuando te mando un abrazo,

cuando me quedo dormida,

cuando te añoro sin asco

conjugando los sonidos

de palabras de fracaso.

Poemas que quiero tanto,

que son mi vida, mi rima,

mi cariño sin tapujos,

mi soledad y mi estima.

 

Navidad 2020

Este año, muy bravo y muy raro

que se va para siempre jamás,

este año que pasa despacio

al vacío que viene a encontrar

no sabemos si hay que llorarlo

o es mejor olvidarlo al pensar

que ya estamos en pobre diciembre

que también se irá a terminar.

En el año que pronto dejamos

con el peso de un record atroz

le dio penas y caos a muchos

sin poder ni mirar para atrás,

y la gente se queda anhelando

que la vida pudiera empezar

haciendo las cosas que todos hacemos

cuando el tiempo de invierno nevando 

va anunciando que en una semana

acá llega la gran Navidad.

Hete aquí

 Hete aquí que de pronto

los cielos se abrieron,

la lluvia paró,

las nubes se fueron

y sobre los montes

que se ven de lejos

un gran arcoiris

colores brindó.

Hete aquí que me olvido

del tiempo con lluvia,

del tiempo con luz,

viviendo el ahora,

con lluvia o con sol. 

Hete aquí que no quiero

volver a llorar,

prefiero correr

con viento detrás

que empuje mis velas

por siempre jamás.

Qué peligro

 Qué peligro peligroso,

juvenil, conservador,

sin locuras, sin amor,

que me llega de repente

cuando me cuesta encontrar

las cosas que voy dejando

con pedazos de mi piel

en este largo camino

que tengo que transitar

sin poder determinar

cuando el correr de mis días

lastimen hasta sangrar

al través de mis heridas

que empujan sin esperar

a que resuelva problemas

en el medio del desierto

donde cosas que me pasan

parecen andar muy mal.

Se va

 Se va, se va la barca,

no se sabe para dónde

ni para qué si se va,

porque las barcas viajaban

recorriendo por demás

kilómetros de distancias

en el tiempo del querer

que nadie quiere borrar.

Se va, se va para siempre,

nadie la puede frenar,

me gustaría ser barca

cuando se trata de amar,

pero no sé si el destino

me dejaría viajar

mientras prefiero quedarme

muy cerca tuyo, a tu lado

en un hogar a gozar.

Barbijos

 Palabras nuevas

que no se usaban

pero se usan 

como si nada

ahora por siempre

a toda hora

en la tragedia

que empezó en marzo,

y nos rodea 

sin dar descanso

desde temprano

en la mañana

hasta la noche

sin esperanzas

de que se vaya

en algún momento.

Este barbijo

que ahora usamos

nadie sabía 

cómo llamarlo

antes de enero

del 2020

pero acá estamos

y lo ponemos

sobre la boca

y las mejillas

cubriendo caras

sin ningún asco.

Llueve

Llovía, llovía mucho,

todo el tiempo sin parar,

parece lluvia de otoño

que no quiere terminar.

Llovía dentro del alma,

llovía sin descansar,

tanta lluvia no me alcanza

para dejar de llorar.

Llovía en las escaleras,

en el patio, el pajonal, 

las lomas que veo abajo,

las calles de la ciudad.

Llovía por todo el campo,

por el centro, el arrabal,

llovía regando todo

sin dejarnos de mojar.

Llovía, llovía mucho

nadie podía saber

si tanta lluvia de otoño

podía el campo absorver.

Lluvia que moja al vecino,

de mi casa la pared,

el pasto, las plantas grises,

la vereda y el verjel.

Lluvia que me trae triste

sonidos de mi niñez,

que me recuerdan mi madre

cantando al amanecer.

 

Disparate (sombras)

 Las sombras de la noche

me esperan desde abajo,

la luna y las estrellas

descansan en un manto

de nubes pasajeras

trayendo desencanto.

Las sombras me enfurecen,

me corren, me dan miedo,

me buscan y me encuentran

llena de desengaños,

traiciones y mentiras

que pueblan el ocaso

que mi vida estremece.

Las sombras no son buenas,

son malas, son arteras,

se acercan sin mirarme,

se alejan si te encuentro

en medio de la bruma

con tus caricias buenas

buscando el disparate

de quererme de veras.

Ansiedad nueva

 La ansiedad me persigue,

me acompaña, me bendice,

me regaña, me maldice,

me provoca la esperanza

que si digo bien las cosas

de pronto todo se aclara.

La ansiedad que me libera,

me postra, me deja ciega.

Querellas interminables

que encuentran algún camino

de nostalgias sin cariño

que no saben lo que pasa

cuando lo que buscás no está

ni lo verás nunca más

aunque te guste su danza.

Anteojos

 Anteojos ahumados,

oscuros, delicados,

que no te permiten ver

las cosas que no has logrado

encontrarle alguna vuelta

para poder resolver

penas que estaban guardadas

y aparecen de repente

cuando paseás por el prado

lleno de espinas malevas

que podrían estar llenas

de algún veneno malvado.

Anteojos rosados,

que te permiten mirar

la vida color de rosa,

con amapolas prolijas

que se mesen en el viento

en esperanzas tranquilas

cuando me pongo a pensar

que los días de mi vida

van a quedarse soñando

en la paz de la cocina.

Algún día

 Algún día vendrás por el prado,

por los campos de trigo

pasado el arado, semillas

de granos, de avena y rocío,

con copos de nieve y

cantos de amigos

que viven muy lejos

debajo montañas

llenas de nostalgias,

de besos, de olvidos,

de rosas y nidos.

Algún día se abrirá el camino,

llegarás temprano,

corriendo sin freno,

y me besarás en medio 

una calle en la noche hermosa

de aquel Buenos Aires

templado y tranquilo

para prometerme 

quererme por siempre

desde el tiempo bueno

de cosas eternas

que se han ido atando

en nuestro destino.

No lo arregles

 No lo arregles,

dejálo que sueñe,

que viva tranquilo

en lo que conviene

sin que se impaciente

cuando no hay trabajo

rodando por siempre

colinas de oro

que llegan al río

yendo para abajo.

No lo arregles,

no le pidas 

que se siente 

al lado tuyo,

que haga lo que no quiere,

que se divierta 

con vos

si ni siquiera 

se acuerda

que vivir en esta vida

no es vida 

si uno está solo.

No lo arregles,

no le pidas

que baile lo que no siente,

que se derrita de amor

mirando ilusiones

vagas

de canciones con puntilla

o versos que no rimaran.

Está la carrera

 Está la carrera, 

los coches disparan

volando en las curvas, 

los planos, las marcas, 

nada los detiene,

nadie los alcanza,

solo el torbellino 

de fórmulas raras

reviven el sueño

de miles de caras

que corren de pronto

hacia alguna meta,

de gloria en la nada.

Está la carrera

de fórmula uno

con los 20 coches

que vuelan sin calma,

que suben y bajan

toda la distancia

corriendo lijero

esperando premios

para la Ferrari 

que duerme en el sueño

de ganar de nuevo

sin que cueste nada,

triunfar desde siempre

para que las caras

se pongan contentas,

trayendo de pronto

sonrisas sin pausa

en ese camino

que el tiempo borrara.

Plantas de la planta

 Plantas de violetas alpinas

floreciendo en el otoño,

con flores frondosas,

gloriosas, tranquilas,

de color violeta,

rosadas o lila,

masetas doradas

que el tiempo suspende

desde algún alambre

por arrebozadas.

Plantas del dinero

que crecen despacio,

al ritmo secreto

de algún visionario

que las riega siempre

al paso aplomado

de ponerle hielo

de pronto, temprano.

Plantas tropicales

mesándose al paso

de muchachas lindas,

coquetas, erguidas,

sintiendo los ojos

que las van mirando

mientras que levantan

los pies por el paso

de stiletos sueltos

claqueando despacio.

  

Mejorar

 Mejorar o empeorar,

sonidos que  no convencen

ni que mi aliento merecen,

ni que me gusten de veras.

Mejorar para mejor,

empeorar que empeora,

salir bailando una cueca,

una rumba de canela,

una maraca sonando

cuando mejora una idea.

Tanto mejor por ahora,

tanto peor hace un rato,

tanto desastre que corre

en un virus mercenario

que penentra las costillas,

las nalgas, las zapatillas,

el corazón destrozado,

el vino que se termina,

y en le medio de mi vida

el valor que habré encontrado

por bailar la macarena

sin saber cómo bailarla

de pronto en la primavera

antes que el virus se vaya.

Tren de carga

 Tren de carga que pasara

por el pueblo de St. Marys,

que kilómetros de vía

chucu chucu recorría

por montañas y por valles,

por praderas con trigales

y por ciudades tranquilas.

Trenes de carga de entonces

con niños que dibujaban

piratas, hadas y ángeles

manejando submarinos

y trenes llenos de pinos.

Trenes con ilusiones 

escondidas en la vida,

mi abuela contando cuentos

de locomotoras lindas

pintadas de color negro

resonando en la partida

con ruidos acompasados

"cinco pesos poca plata"

por la vía derretida.

Mirando

 Mirando mi vida 

en medio de un bosque

frondoso, frescón, 

frágil, primoroso,

me veo tan linda, 

me veo más joven,

contenta en la vida, 

de amor y de gozo,

de plantas con flores, 

con frutos, ardillas,

con tanta alegría, 

sin ningún rezongo,

en el caminito

verde y florecido

que pasa colinas, 

con lomas, esquinas,

rodeando las casas 

de mi pueblo amigo,

de calles con autos 

besando el asfalto

y vías con trenes 

de vagones altos.

Sublime

 Pasiones sublimes

que casi adivino,

que atraen de pronto

ideas que digo,

que busco, 

que escribo,

que sueño despierta

y pienso en la noche

cuando se recuerda

que en triste pasado

con miedo viviera.

Momentos sublimes

que casi dan pena,

que si no corrijo

me llevan muy lejos

a playas ajenas

y para el encuentro

del final feliz

tengo que olvidarme

del miedo inconcluso

que me hace sufrir.

Vendría

 Vendría a verte de pronto

para buscarte y rogarte

que nunca me dejes sola,

que te quiero aunque me falte

todo el tiempo de tu tiempo,

todo el gozo de tu cuerpo,

toda la atención medida

que a veces me alcanzaría

si cada tanto te encuentro

en el medio de la nada

corriendo un rumbo concreto.

Vendría a buscarte siempre

por las laderas nevadas

con los álamos celestes,

en los paseos sedientos

de amor, atención y ganas.

No podría

 No podría ni llorar,

ni cantar la chacarera,

no podría ni reír

ni sentirme toda plena,

no podría reinventar

las cosas que me dan pena

no pena sería  triste,

ni sería pena buena,

nada sería lo mismo,

todo sería difícil, 

si el que busca algo 

que encuentra

le dé gusto o le dé pena.

No  podría sonreír,

no sabría darme cuenta

si lo que siento es sorpresa

o si no pienso de veras,

no podría amanecer

sin sentirme al lado tuyo,

gozando el calor grandioso

de tu cuerpo cerca el mío

mientras la nieve se junta

en la calle y en los pinos.

Salía

 Salía temprano mirando hacia el cielo,

mirando adelante, pensando en mis penas,

mis glorias extrañas, mis cantos de arena,

mis pobres hilachas de brillo y maicena.

Salía de noche, muy tarde en la noche,

cantando bajito sin pena ni gloria,

sin que me importara sentirme contenta,

sentirme muy triste si nada me alegra,

de pronto creer que todo se arregla

si lo que se hace lleva hasta una fiesta.

Salía contenta, siempre caminando,

nunca me pondría a esperar llorando,

saldría sin rumbo, buscando una estrella,

un camino hermoso rodeado de bellas

flores encantadas de color canela. 

Entre

 Entre las cosas que veo,

las que creo o me imagino,

las que no sé si me entero, 

las que no me importan nada

si no sé de qué se tratan,

las que se encuentran sin asco

amontonadas en pilas

sobre escritorios de pino

con la comida italiana

que cocino los domingos,

no sé dónde me pondría

a buscarte en el invierno

para escucharte embobada

todo el día sin lamentos.

Entre las nubes del cielo,

las estrellas y la luna,

me acuerdo de tu cariño,

tu soporte irreprochable

siempre incondicional

de mujer ilusionada

en mi pasión que recuerda

todas las cosas pasadas

buenas, malas o escondidas

en la historia  de esta vida.

Sobriedad

 Sobrios los pensamientos,

las dudas, los sentimientos,

la farra que nunca viene,

los cantos que lleva el viento,

las tragedias y alegrías,

las vueltas que da la vida

con cosas que van muy bien

llegando en la bienvenida.

Entretenimientos sobrios

donde se vive el momento

pensando en algún negocio

sin creer en divertirse,

solo trabajo y tormento,

usando lógica fría,

calculada y anhelada

para encontrar la salida.

Hojas de roble

 Se fueron las hojas muertas

del roble inglés de mi casa,

el viento de la borrasca

se las llevó de repente

y no quedó ni una sola

de la noche a la mañana

para mirar dónde están

mientras volaban muy lejos

alrededor de la plaza.

El viento frío de otoño

las sacó con inclemencia,

las llevó sin compasión,

el roble inglés de la casa

sin sus hojas se quedó.

Como ese frío de otoño

muchas veces me quedé

sin hojas para cubrirme

del alma mi desnudez,

y te añoré desde el fondo

de mi triste corazón

pensando en cubrir mi vida

con tus besos y pasión

aunque al final de la historia

todo quede sin rencor. 

Trabajo (número 2)

 Trabajo a destajo,

bendición del cielo,

casi sin quererlo

me vuelvo pañuelo,

me escondo contenta

detrás de repisas,

con el escritorio

lleno de sonrisas

y voces lejanas que

quiero escuchar

en las 4 lenguas 

que puedo entender

en esta jornada

de vinagre y miel.

Vacío lejano

que quiero llenar

con las carcajadas

de un día de amor,

sin reconocer

lo que nunca sé, 

qué podrá pasar

si voy a tenerte

entre mis amigos

del tiempo de ayer

o vas a correr 

a alguna chirusa

que es mucho más linda

si no conocés

que su amor divino

hacia tu persona

me hará padecer

el sentirme sola

casi sin querer.

Casi siempre

 Casi siempre yo me acuerdo

de escribir algunos versos,

y los escribo de día, 

o los escribo de noche,

los escribo en el verano

y también en el invierno.

En cualquier parte del día

es siempre el mejor momento

para sentarme en la silla

en frente de algún tormento

llamado computadora

para martillar las teclas

hasta que llegue la aurora.

A veces cuando me acuerdo

de lo mucho que te quiero,

lo que te busco en la noche

con luna clara o tormenta,

pienso y creo casi siempre

que es bueno vivir con vos

en cualquier tipo de tiempo.

Mentiras

 Mentiras, siempre mentiras

todo el tiempo en la borrasca,

los cielos y los infiernos,

las mañanas en la cama

acariciando tu cuerpo

sin motivo, casi en broma,

sin saber lo que nos pasa

siendo que el sol si se asoma

mostrará mentiras vagas

de engaños en despedidas

que me herían la garganta

de tanto gritar con fuerzas

las tragedias de mi alma.

Mentiras grandes y chicas

en la voz de una paloma

al sentirse enamorada

de un amigo traicionero

que mintiendo la buscara

y después la dejaría

sola y triste en la mañana

para llevarse consigo

a alguna mina porfiada

robándose en el silencio

todo lo que me gustaba

sin importarle mis canas.

Ayer

 Ayer pasó como una historia

de amor, un cuento de hadas

hermosas, sonrosadas,

bailando en el aire,

en el sol y en el agua,

volando sin miedo

en medio de plantas

en bosques de espuma

y lunas de plata.

Ayer pasó y se fue,

me dejó sola en la nada,

me dejó ya tan lejos,

que me olvidé del regreso

para encontrarme en tus brazos,

para cubrirte de besos

y mirarte sin penas

ni dolores del alma.

Ayer se alejó, se olvidó

de saber dónde estaba,

se escondió de mi vista

y no pude encontrarlo,

pero despacio volvió,

el corazón en la mano,

para abrazarme sin celos,

para encontrarme encantada

bajo la luz de una estrella

y cometas de fuego

alrededor de este cielo

de las nubes plateadas.

Cielo oscuro

 Un día de otoño

nos hace sentir

dentro de este cielo

oscuro y feliz,

que todo está calmo

o puede venir

la gran tempestad

matando sin fin.

Feliz porque quiero

recordar tu amor,

recordar tus besos

llenos de pasión,

o encontrar enojos

sin buscar perdón.

Reconozco

 Reconozco lo que busco

una vez que está encontrado,

no lo encuentro todo el tiempo,

solo a veces, cada tanto,

produciéndome alegría

de solo verte asombrado

si en el buscar quiero verte

para sentirme a tu lado.

Días que pasan de pronto

de la noche a la mañana,

tiempo que no queda quieto

ni que podría frenarlo,

apuros de la dormida

si estamos acurrucados

y siento en tu cuerpo hermoso

tu calor como un encanto. 

Me gusta verte y sentirte

siempre que pueda lograr

besarte una y mil veces

todo el tiempo sin parar.

 

Lo siento

 Lo siento en mis huesos, 

mi vida, mi alma,

siento que no puedo

dejar de escribir.

Siento que dejarlo 

sería terrible,

una enfermedad 

que haría morir

toda la esperanza 

de sobrevivir

tanta malasangre, 

sin poder dormir.

Lo siento de veras, 

no es casualidad,

me siento más buena

si te escribo acá.

Lo siento en mis venas,

mi cuerpo, ansiedad,

siento que sin verso

muero sin dejar

de poder decirte

mi sensualidad

cuando lo que siento 

es esta verdad.

Sacrificios

 Sacrificios desolantes

presentádose de pronto,

decisiones delirantes

que hay que tomar mientras corro

por un túnel de viajantes

de una ruta sin retorno

que se lleva por delante

todo lo que tengo ahora

si no dejo de aceptarlos

mientras que en la vida sigo

manejando mi volante

yendo para cualquier parte

sin saber lo que me encuentro.

Sacrificios sin excusas

que se hacen sin pensar,

que no se ven cuando llegan,

ni me van a regalar

al fin de un largo camino

resultados de riquezas

que no podría esperar.

Sacrificios del aguante

de compartir tu hermosura,

tus manos que nunca dejan

de buscar lo que no tengo

y tu corazón prendido

a gozar algún momento 

si es que el destino me apura

a resolver mis tormentos.

 

Mañana será otro día

 Mañana será otro día,

otra hora, otra alegría,

otra cosa que imagina

lo que te quiere esta piba.

Mañana será esperanza,

será vida, será calma

en futuros de añoranza

que me producen nostalgia

mientras me voy a acostar

esperando por un tiempo

que la frontera adelante

de mi vida envejecida

tendrá un camino de oro,

piedras preciosas grabadas

en los ojos picarones

que conozco que me miran

cuando me acerco a la cama. 

La nieve acá llegaba

 Acá se llegó la nieve

en el medio del otoño,

llegaba en la caminata

de la tarde del domingo

mientras te tomaba el brazo

con el grueso del abrigo,

si la nieve silenciosa

llegaba sin muchos bríos

pero igual se amontonaba

al costado de la calle,

la vereda, la nostalgia,

tan solo para el fastidio.

El frío del viento norte

no impresiona ni molesta,

solo trae entre sus alas

esas ráfagas de nieve

en el medio del camino.

Una estará acostumbrada

a que llegue de repente

sin que nadie le permita

que se acomode contenta

en el medio de la casa, 

buscanco enfriar el tiempo

con el cielo tan nublado

que da lástima nombrarlo

si se acerca demasiado

sin que nadie lo apreciara.

Salimos a comprar huevos,

casi, casi una huevada.

En mi lista de los viernes

encargué catorce cosas

y me olvidé de los huevos

para cocinar tortillas,

escarola en milanesa

y el jamón con las tostadas. 

La nieve se arremolina

alrededor de mi cara,

de la tuya, de la ardilla

y del pájaro que canta.

Bienvenida sea la nieve

aunque moleste nombrarla.

Una vez más

 Una vez más quererte mucho,

una vez más cantar con vos,

una vez más hacer el yoga,

una vez más decirte adiós.

Una vez más mirar de pronto

lo que no ves si no mirás,

besar siempre que te veo,

besar sin fin, besarte demás.

Una vez más correr saltando,

correr distancias sin razón,

sentir ternura en esas manos

de tus caricias un montón.

Una vez más inexplicable

este calor, esta pasión,

una vez más sin darme tregua,

darte mi amor, mi corazón.

Una vez más me voy tan lejos,

pero volver será también

una alegría en esa vuelta

para encontrarme acá con vos.

Ponerle música a mi canto,

escribir prosas sin valor,

mirar al cielo intoxicada

pensando en vos en mi emoción.

Las plantas

 Las plantas en el otoño

se visten de mil colores,

los robles se ponen rojos,

los arces se hacen de oro,

los álamos de cristal

se convierten en los tonos

grises, negros y quizás 

plata con hojas de albores.

Dormirán por muchos meses

en el invierno boreal

hasta que en la primavera

volverán sin más razones

que disfrutar el verano

con sus troncos limpios, tersos, 

fescos, lindos desde afuera

y las hojas verdes, tiernas

van llegando desde brotes

creciendo en la primavera.

Quisiera subir

 Quisiera subir al cielo

y sentarme en una nube,

mirar desde ahí este suelo

que parece que se sube

repitiéndose en espejo

a tus ojos embrujantes

que olvidarán de mi encanto

como ya lo hacían antes.

Quisiera subir temprano,

sin esperar que te importe

si al escuchar mis canciones

te derretís desde adentro

y me mirás de reojo

escondiendo emocionado

las cosas que estás pensando

si es que saltan si me enojo

cuando escuchás las canciones

que derramo sin consuelo.

La primavera cantaba

 La primavera cantaba

y yo al pasar la encontraba

mientras dormía despierta

entre sonrisas plateadas

y bambúes colorados

que el viento desarreglaba.

Ella cantaba canciones 

de vidas de enamorados

que entrelazaban las manos

sintiéndose independientes

de tapujos ordinarios

que los tuvieran atados

a la vida cotidiana

de la gente inteligente.

Ella cantaba canciones

de destinos con guitarras,

instrumentos que sonaban

en un eco de palabras

en el medio de la nada,

sin importar su llegada

a aquella tierra tan fría

que de a poco calentaba

como primavera rara

que se vestía de flores

sin importar el mañana

para ayudar al verano

a gozar la vida sana.

Caminos de primavera

que no sé si nos llevaba

hasta el paseo de robles

donde la paz celebraba.

Estar presente

 Estar presente como en el cine,

en las novelas, todo perfecto,

todo arreglado, todo contento,

todo elegante, todo muy nuevo.

Estar presente cada mañana,

cuando me visto con poco celo,

cuando me miro en aquel espejo

de lunas nuevas allá en el lago

viéndome linda en mi reflejo

si en el presente sola me quedo.

Amar de veras, amar por siempre,

saltar la soga, estar presente,

salir de pronto hacia la calle,

salir sin miedo, salir sin nadie,

casi sin ganas ni entendimiento.

Estar ausente, nadie me engaña,

todos me miran, nadie me quiere,

salgo muy sola porque me gusta,

toda mi alma pobre me mira,

desesperada, como de loca,

porque de pronto todos evocan

años que paso dentro mi bruma.

Me gusta mucho estar presente

mostrar mi alma triste y desnuda,

añoro a veces quedarme sola,

nadie se queda, alguien se muda,

salgo contenta para buscarte,

si es que te veo más adelante.

Cantaba un ave

 Cantaba, cantaba un ave

en una rama muy alta,

cantaba de sus amores,

sus alegrías, sus faltas,

a la pajarita linda

que lo miraba arrobada.

Cantaba muy suavemente

adorando a su pareja

que lo veía de lejos

y lo invitaba a su lado.

Cantaba amores hermosos,

agradables y sonoros,

afinaba su garganta

desde esa rama tan alta, 

y le mandaba arrumacos

sin que a nadie le importara.

Quisiera ser como el ave,

o su pareja adorada,

quisiera que estés conmigo

a lo alto de algún árbol

cantando canciones suaves

como el ave solitario

cuando encontró a su paloma.

La casa parece un chiquero

 La casa parece un chiquero, 

así diría mamá,

casi no me da vergüenza

casi todo me da igual,

como no tengo sirvienta

si no se hace queda mal.

La casa parece un chiquero,

nadie lustra ni va más

a comprar las estampillas

para escribirle a papá.

La casa parece un chiquero,

aunque barra y pase el trapo

en el piso de vinil,

nadie me lustra los pisos,

ni los muebles, ni el cristal.

La casa está llena de hojas

que el otoño tira atrás,

y las hojas son llevadas

en las botas para acá.

El sol se esconde en las nubes,

tiene ganas de llover,

y no veo que se pierda

por brillar al astro rey.

El otoño trae nubes

y tormentas sin parar,

la casa está hecha un chiquero

y no quiero limpiar más.

Las arañas se divierten

haciendo telas demás,

cientos de telas de araña

que tendría que sacar

pasando la aspiradora

para poder terminar

de limpiar las cosas sucias

de la casa de mi hogar.

La casa parece un chiquero

nadie sabe si mirar

donde no pasé el plumero

ni la escoba ni el vaivén

que la esponja va pasando 

sobre el piso de vinil.

Divergente

 Divergente, dicidente,

sin perdón, inteligente,

rodeada de tanta gente

aburrida, incoherente,

que camina por la calle

sin importarle el destino

de palabras que no atinan

a poner algún sentido

a lo que escribo de golpe

lo que pasa por mi mente

cuando me levanto tarde

y pienso que hacer panqueques

es lo mejor del domingo.

Mañanas de madrugadas

para peinarme decente,

para enrular el cabello,

para ponerme ruleros

que me harán más elegante

para aquellos que no ven

que mi figura no es

lo que era allá hace mucho,

hace tanto, tanto tiempo

que es mejor no recordar

lo que se fue para siempre.

El agua

 El agua corría, jugaba atrevida,

no se detenía, no veía nada,

solo recorría las cosas dormidas

cuando sin quererlo pensás encontrar

lo que te parece que te haría mal.

El agua saltaba buscando las piedras

que sin darse cuenta hacía llorar,

y entre las bebidas, las flores, la casa, 

las horar sin tino, la voz del lugar,

el agua del río besaba las plantas

y se iba lejos a buscar el mar.

El río me llama, me busca, me atrapa,

me lleva muy lejos hasta el más allá,

me besa las manos, la cara, la vida,

me gusta que el río me pueda llevar

sobre olas bajas que puedan rodar.

Bloqueo mental

 Bloqueo mental,

 jugoso, sentimental,

que me persigue de día,

de noche, todos los días,

todo el tiempo sin parar,

que no me deja crear

poemas con los deseos

de pensar en madurar

mis sueños indescifrables 

que persiguen porque sí

quimeras estrafalarias

si te reís porque veo

que no podés demostrar

que sería inofensivo, 

sinvergüenza y anodino

tener ese gran bloqueo

que no parezco anular

de mi vida cotidiana

si te busco en un lugar

donde podría encontrarte

rodeado de gente buena

a la que vas a ayudar.

No sé si el tenerte cerca

me haría sentir mejor

para salir del bloqueo

hasta poder encontrar

las esperanzas perdidas

que dejo si no te veo

alrededor de mi altar.

Llegó la pandemia

 Llegó la pandemia,

sin cuidado, sin anemia,

sin vergüenza en el pasado,

sin cariño ni querencia.

Llegó, llegó sin permiso,

se hizo carne de chorizo,

se hizo pedazo de nada

del horror del tendal grande,

tanta cantidad de muertos

como explosion de granada.

Llegó y entró sin permiso,

se hizo llama y quemó todo,

nada queda desde siempre,

todo es basura y escombro.

Llegó y nos pegó sin tregua,

sin perdón, sin corazón,

sin lástima ni fastidio.

Todo arraza, todo duele,

todos lloran, todos penan,

nadie queda en pie ni escucha,

todo es silencio en la lucha,

de verrugas y pandemia. 

 

Betty

 Betty se fue, se fue por siempre,

se fue de pronto, se fue muy lejos,

se fue buscando a su pobre Horacio

que abrió camino desesperado

allá tan lejos hace muchos años

dejándola sola, triste y lejana,

y ahí en el medio de esta tragedia 

tuvo la idea de ir a encontrarlo.

Betty se fue, se fue muy sola

a un hospital frío y helado,

nadie podía darle una mano,

nadie podía verla de cerca,

todos quedamos del otro lado

de aquella puerta hacia su cama

donde dormía sola de pronto

con la pandemia que besa y mata.

Betty se fue, se fue muy calma,

se fue al lugar donde una se queda, 

ya no se vuelve hacia su familia,

nada que diga la gente amiga

podría hacer de una idea vaga,

de su cariño, sus compromisos,

si una se acuerda de su sonrisa

viendo de cerca a sus dos hijos.

Sin título

 Este poema se pone triste,

no tiene nombre, nadie lo quiere,

nada lo ayuda, nadie lo viste,

sale de pronto debajo un puente

y se retuerce por todos lados

buscando un nombre que sea lindo

y que lo pueda hacerse visible.

Este poema se hizo triste,

no tiene título, no tiene bríos,

siempre tan solo, tan invisible,

toda la cancha de algún potrero

le canta al canto que me dijiste

que te gustaba sin que me olvide

que sin un nombre nada te exige

que se den cuenta que si no existe

pensar podrían que no te importa

que se haga un cuento que vos no viste.

Escribo sola algún poema

que me fatigue, que me convenza,

que sin un nombre no puede hacerse

una poesía sin más molestias

que el escribirla como una broma

que se hace historia de poca cosa 

cuando me olvido que a estas horas

nada que escriba produciría

una canción que no tiene estrofa.

Poesía secreta

Poesía secreta

maltrecha, discreta,

que me sigue por el aire,

por la tierra, por la puerta,

por los caminos del viento,

por las ráfagas de arena,

por campos llenos de paja

que se convierte en abrigo

cuando una nube que pasa

se retuerce y de castigo

derrama pilas de agua

aunque yo no tenga abrigo.

Poesía llorona

que no encuentra cosa buena,

que me despista sin tino,

que se estremece con pena,

que hiere con la pasión

de una cruz que es mi condena 

cuando buscando tus brazos

me derrito sin paciencia

suspirando en la milonga

sin que me atreva altanera

a dejar de coquetear

si es que me querés de veras.

Poesía amorosa,

primorosa y juguetona

que me mira de reojo

y se esconde sin vergüenza

en tus piropos de novio

que me recuerdan aquella

primera vez con tus besos

y caricias anhelantes

cuando el tren se detenía

para cruzar la frontera

entre tu patria italiana

y la Francia de postguerra.

 

Vida de ahora

 Ahora que estoy cansada

en el medio de la noche

en la pieza tan helada

que me hielo sin reproches,

me encuentro sola y divina

pensando en tus manos blancas

como la nieve en invierno

cubriendo prados y casa.

Ahora que ya es de noche,

y medianoche se acerca

nadie quiere que me vaya,

ni que me quede despierta.

Es hora de irse a dormir,

y velar desde la cama

los supiros de mi pecho

debajo sábanas blancas. 

Ahora que ya mi vida

pasó la mitad lejana,

me voy buscando una vela

que me mantenga contenta

mirando la fantasía

de mil luces en la casa

prendiendo el televisor

con ilusiones pasadas.

A lo mejor

A lo mejor escribo un poema,

a lo mejor no lo escribo,

a lo mejor me voy con vos,

me visto lindo y prolijo,

me dedico a vivir bien

y me escondo en el altillo.

A lo mejor no me acuerdo

de las cosas que te digo,

las que me olvido de pronto,

las que corrijo sin freno,

las que me dejo en la mano,

las que me llevo muy lejos,

las que me recuerdan tanto

los cantos del benteveo.

A lo mejor me voy temprano,

a lo mejor no me duermo,

a lo mejor me dedico

a crear remordimientos

de lo que no puedo hacer

cuando te veo a lo lejos

que vos también caminás

sin recordar mis consejos.

Libro abierto

 Estoy poniendo de pronto

cosas que a veces recuerdo

cuando me pongo a escribir

sin darle tiempo a la mente

a que busque sin rezongo

las palabras repetidas

de un libro abierto sin tono.

Estoy pensando de pronto

que lo que quiero poner

en estas líneas sin gracia

es lo que quiero decir

cuando me faltan las ganas

de poder rimar sin pausa

lo que por mi mente pasa.

Estoy diciendo de pronto

que el libro de mi conciencia,

de mi vida, de mi gozo,

es un libro que quisiera

que no se cierre del todo

ni en el tiempo de la rima,

ni en el tiempo del rezongo.

Estoy creando de pronto

un montón de sueños vivos

que se apilan sin problema

y que resuenan sin peso

en horas que van perdidas

cuando quiero que la gente

lea de este libro tonto.

Desarraigo

Desarraigo, desasosiego,

destino de pesto negro,

de cariños que de lejos

vuelven después de un paseo

que los lleve dulcemente

al lugar enloquecido

del pasado irreverente.

Desarraigo que me corre,

que me acosa, que me muerde,

que me busca cuando duermo,

cuando despierta me alegro

de olvidarme de mis penas,

de mis faltas sin retorno,

de los ruidos que me buscan

cuando me acuesto con pena.

Desarraigo sin espera,

sin deseos, sin rutinas,

sin paseos en tu bote,

en tu moto, en mi cocina,

en las tardes de verano

y en el cielo en la colina.

Escondida

Escondida y embrujada

en el lago de tus ojos

estoy aprendiendo ahora

a adorarte poco a poco

sin enojarme contigo

ni los que están a mi lado,

buscando en todas las horas

que tengo cuando no hago

lo que quise realizar

mientras buscaba tu mano.

Voy caminando despacio

admirando la belleza

de un palacio de cristal

escondido en mi cabeza,

día y noche todo el tiempo

sin saber cómo lograr

realizarme de verdad.

Escondida y desarmada

mirando el agua y el cielo

de ese lago que he encontrado,

salgo corriendo de pronto

toda austada y temblando

preocupada que mis brazos

se disuelvan en la bruma

de una nube pasajera

que llegara a los porrazos

llevándose mis quimeras.

 

Primavera lejana

Primavera lejana, que te extraño de veras,

te me fuiste muy lejos, me dejaste allá afuera,

me mirás hasta verme que no espero un momento,

en la tarde de sol con algún arcoiris

que deslumbra en el cielo cuando llega el otoño.

Primavera añorada, anunciando el verano,

las canciones de antaño, las que canto temprano,

las que canto de nuevo repitiendo despacio

lo que nunca te digo si me siento a tu lado,

las que canto sin pausa para siempre buscando

encontrar un espacio, una causa, una mano.

Primavera que estuvo en mi cuerpo de niña,

que duró muchos años sin saber la importancia

de mirarte a los ojos como si alguna vez fuera

esa primera vez que me llega en la espera

de un pedazo de amor aunque nadie me quiera.

Montañas

Montañas de comidas, 

de vidas, de salidas

que llegan con la moda, 

muy cerca, muy arriba,

montañas de amistades 

que queman como leña, 

que saltan en tus brazos,

que miran la pequeña

verdad de ver de lejos,

desiertos y praderas. 

Pantanos conyugales

que esconden mil pecados,

que traen alegrías, 

misterios y tristezas

si no estoy a tu lado.

Montañas de basura 

que al mundo se acomodan,

que nada las consuela, 

que todo lo abandonan

para que nada duela

mientras que el tiempo loco

sigue corriendo tanto

sabiendo que eso es poco

al comparar el daño 

que hago sin quererlo.

Envidia de un cariño

que sangra por los poros.

Solemnidad

Solemnidad que se aprecia,

se retuerce, se acongoja,

se va llorando de pena,

se va buscando una aurora,

un sueño de primavera

en el país de la sombra

que se alarga por la tarde

cuando se siente muy sola 

sobre el panal de la abeja

que recorre por los campos

los vuelos de miel mojada

que se lleva a la colmena

visitándose con rosas.

Solemnidad que si entiendo

me hace acordar que estoy sola, 

solemnidad que perpleja

la timidez en mis huesos

se demuestra cuando llora

con tanto todo planeado

que nada se hace sorpresa.

Solemnidad que no busco,

no sé si la encuentro a veces

cuando me llevo los sueños

a las alturas del cielo

cuando anhelaba sin tino

alguna palabra suelta

del cancionero argentino.

Solemnidad que no entiendo 

cuando se pone tediosa,

cuando me asusta de veras

porque no sé si me meto

en entreveros de loca.

Solemnidad y tradición,

qué difícil se hace ahora.

No sabría

No sabría qué contarte,

cuánto verte, cuánto amarte,

cuánto te quiere la gente,

cuánto te siento a mi lado,

en mis venas, mis pesares,

mis alegrías bohemias,

mil cosas que voy guardando

para buscarte de veras

entre la gente que pasa

sin importarles la vida,

la violeta, la guitarra,

las golondrinas volando

en el medio de la plaza,

el sol que se pone pronto,

la luna llegando al cielo

en tiempo de la cosecha 

mientras me acuesto a tu lado

todo el tiempo sin tristezas,

sin pensar por un momento

cómo un dolor de cabeza

me podría deshacer

los sueños que me despiertan. 

Quino

Se fue Quino para siempre, 

se fue lejos en recuerdos

de la gente que ayudó

a pasarla sin tragedias

en un mundo atormentado

con palabras elegantes

y amabilidad ligera

para pasarla mejor

en el humor de ironía

de un tiempo sembrando amor.

Se fue volando a una estrella,

una causa, una querella.

Un pedazo de Argentina

se fue muriendo con vos

y se queda muy callado

llorando con gran pasión

buscando el eco querido  

al humor suave y decente

de lo que quiso la gente

cuando se enteró que vos

decidiste retirarte

a un aposento mejor.

Hasta mañana Mafalda,

Miguelito y otros más

que no recuerdo ya tanto

mientras te vas por el aire

de aquel país que te quiere

y que se siente orgulloso

que hayas pasado por él

hasta alcanzar el estado

de la vida que dejás.

Ansiedad

 Ansiedad maravillosa
que me conoce de día

y me conoce de noche,

que me llega desde siempre

y me produce congojas,

alegrías sin sentido

y domingos sin mañana.

Ansiedad decía un tipo

que no sabía apreciarla,

que la ignoraba sin asco,

que la borraba temprano

mientras se estaba bañando

en el jardín de mi casa

rodeado de nieve blanca.

Ansiedad de cada día,

sin saber lo que me pasa,

sin mirar hacia el futuro

porque el futuro me engaña, 

sin contar con muchas cosas

que me duelen en el alma

si alguna vez te escuchara.

Es tarde número 2

 Es tarde, ya son las nueve,
todo es calmo, todo duerme,
todo se encuentra tranquilo,
y en el medio de la  noche
mientras golpeo el teclado,
me acuerdo solo de vos,
tus besos de macho lindo,
tu cariño incandescente
con ojos de enamorado
que me miran de reojo
si estás tan cerca a mi lado.
Es  tarde, ya ni me acuerdo
por qué golpeo el teclado
pero me gusta pensar
que de algún modo lo hago
para acordarme de vos
cuando no estás a mi lado.
Es tarde, la noche pasa
entre sueños y milagros
que transforman a mi vida
cuando añoro tus abrazos.

Español

Español por la mañana,
por la tarde, por la noche,
español acá en la cama,
en el cine, en la escalera,
en el canto de los patos,
en las plantas de la selva
y en el florero con flores
que crecen en la azotea.
Español allá en la escuela,
en el barrio, en la sonrisa,
en el brillo del dinero
que escaseaba por la fuerza
cuando jugaba aburrida
en las nubes sin sorpresa
de amigos que ahí crecían
junto a mí y a mi familia.
Español con la esperanza
de escucharlo en mis orejas
en cadencias de la rima,
mil canciones sin cumplidos,
mil vuelos de golondrina
recorriendo mis sentidos
en la voz de mi maestra,
de mis hijos, mi marido
al mirarlos sin igual
creyendo en este destino.

                            Hablo y entiendo cuatro lenguas, pero la más fácil para mí es el español aunque 
                            no siempre lo interprete bien y se note que no es mi lengua madre. 

Miedo

Tengo mucho miedo, me rodea el miedo,
me escondo de pronto, no quisiera verlo,
me esperan noticias, grandiosas y lindas
pero el miedo audaz no me deja el tiempo
ni la libertad de olvidar mis miedos,
donde respirar el aire libre e inocente
sin sentir mis miedos, mis miedos dolientes
que persiguen todo lo que toco siempre
para caminar hasta el patio abierto
rodeada de flores, de aves y viento
sin que me olvidara de no tener miedo.