Anteojos (número 2)

 Anteojos que me muestran

las cosas que quiero ver,

las que me dejan despierta,

las que me hacen dormir.

Anteojos cristalinos

que a veces algo me ayudan

cuando me pongo a leer

poesías que nacieran

dentro de mi corazón,

mientras vuelco fantasías

que encuentran como 100 cuentos

que me hacen pensar mejor.

Anteojos color de rosa,

otros de color marrón,

muchas veces verde claro,

y otras veces sin color,

así son mis anteojos

cuando recuerdan tu amor.

Árboles

(copiado de mi participación en el poema fusionado sobre el valor de los árboles en nuestra vida diaria) Al árbol debemos solícito amor es el nombre de dicho poema

Arboles frondosos
que limpian el aire,
que largan el beso
de la clorofila,
la amiga que come
la mugre del fuego
y devuelve fresco
oxígeno bueno
para mi alegría,
mi aurora grandiosa
comiendo el veneno
transformado en rosas.
Busquemos el agua
de fuente graciosa
reguemos el árbol
que pronto tendrá
pájaros al viento
y las mariposas
volando despacio

suavemente hermosas. 

Publiqué este poema hoy, cuando fuí invitada por el poeta Hermes Antonio Varillas Labrador. En el blog llamado Poemas del alma y más poemas de amor.

Sin camino

 Sin camino no hay destino,

nada crece, nada pasa,

todo queda sin sentido,

enredado en mil borrascas

de sentimientos torcidos

que te corroen el alma.

Sin saber a dónde vamos

los caminos te persiguen,

te llevan sin compromiso,

te desvían de las metas

que tenías en tu mente

cuando empezabas tu vida.

Sin camino no hay destino,

nada que diga el poeta

podrá cambiar esa trama

deambulando por la tierra

mientras pensamos hacerlo

caminando hacia una idea.

La distancia

 La distancia se alarga

en caminos de patria,

en sonidos lejanos,

en momentos preciosos 

que te buscan de pronto

aunque no espere nada.

La distancia creciendo

mientras la luna canta

me revive el momento

si el dormir a tu lado

es tan solo un recuerdo,

una ilusión, una vida

que se va derritiendo

en pedazos de sueños

que tan solo presiento.

La distancia se achica

cuando ya no te alcanzo,

se convierte en pasado

que recuerda aquel beso 

que una vez te habré dado

si la paz que buscamos

va llegando de nuevo

al encuentro de almas

que vivieron tan juntas

por momentos tan buenos.

 

Desde el centro

 Desde el fondo del abismo,

de la casa, del resfrío

que no deja de asombrarme

si te encuentro desvestido,

me pongo a bailar contenta

con la canción del cariño

que despierta en mi cabeza

en el medio del estío.

Desde el centro del abismo,

de la plaza, del hastío

que se acerca desde siempre

mientras te miro sin tino,

vuelvo a bailar sin vergüenza

con esa pasión que llega

cuando me acuesto a tu lado

después de ver el partido.

Flores de primavera

 El pasto está verde,

los pájaros cantan,

el sol ya se asoma,

la brisa me espanta,

y entre la alegría 

de cosas pasadas

y las consabidas

frases que no alcanzan

a explicarme nada,

miro hacias las flores

que brotan lozanas

cubriendo un pedazo

del fondo de casa

en todos los tonos

de alguna paleta

que un pintor usara,

el color celeste

de los nomeolvides,

el anaranjado 

de las margaritas, 

el amarillento

de narcisos frescos,

y los tulipanes

de todos colores

adornan el prado

que trae mi calma.

Espero noticias nuevas

 Espero noticias nuevas,

las espero todo el tiempo,

las espero en la mañana,

a la noche, al medio día,

si no tengo más noticias

ya no sé lo que yo haría.

Me gustaría escuchar

las noticias de mi hermana,

de mi hijo en Kitchener,

de su esposa tan galana,

de mi nieta en las montañas,

de mi hijo sobre el mar,

de su esposa muy moderna,

de mi nieto nuevecito

nacido entre la pandemia

que muy pronto ha de tener

su primer año feliz,

de mi hermado en la Argentina,

de su esposa allá también

que visitan todo el tiempo

su isla del Paraná.

Por qué no mandan noticias,

nadie me dice jamás 

si las cosas que les pasan

son buenas o no son más

las noticias deliciosas

que yo quisiera escuchar.

Cuánto que llovía (desde Poemas del Alma, poema fusionado)

 Cuánto que llovía,

no paraba nunca
bajo la sombrilla
que se hizo paraguas
tomados del brazo
palpitando ansias
de amor y de miedo,
calor y nostalgia
entre algarabías
de chicos del alba
y cantos de cuna
de una madre sabia
que busca cuidarlos
bajo aquel paraguas
mientras que la lluvia
nos une y separa.

Besos y caricias
que nunca llegaban
llegaron de pronto
en la lluvia mansa
que el cielo mandara
para que los cuerpos
muy juntos se unieran
entre la borrasca
de amor y esperanza,
bajo de la lluvia
del agua mojada.

Más lluvia

 La lluvia caía,

caía sin pausa,

sin prisa, con calma,

con mucha alegría,

con mucha nostalgia,

caminos de uva

que traen el vino,

senderos de vida,

de amor, de fatiga,

y un canto al trabajo,

al verso, a tus brazos,

a miles de voces

de pueblos hermanos

buscando el destino

sin pies y a porrazos,

solo las alitas

de miles de ángeles

mostrando la ruta

para hacerse manso

al final del día

cuando yo te canto. 

Festejos

Festejos que se hacen, que encuentro a mi paso,

que llevo en el pecho con color de campo,

de cielo con nubes, de pasto mojado,

el bicho que vuela y pica sin asco,

y un poco de bruma que lleva el asfalto

cuando busco sola cómo recordarlos

a todos los días que festeja el año.

Día de la madre, día de milagro,

de amigos que buscan hablarnos de algo

que pasó hace mucho, solo al despertarnos 

con el nacimiento de un hijo adorado.

Día del amigo, día del amor,

día de la patria que llora en dolor

a una sociedad con pena en el alma

que no encuentra paz ni sabe buscar

alguna salida para tanto horror.

Navidad, Año Nuevo, el San Valentín

y alguna comparsa para el Carnaval,

todo se amontona, todo está mezclado

y nadie podría saber decidir

lo que se acorrala dentro de las cajas

que juntan papeles al tiempo sin fin.   

Maestra toda la vida

 Maestras desparramadas

por el campo y la ciudad

vestidas con mucha gracia

mientras van a trabajar 

para educar caras frescas

de chicos que han de enseñar

a leer todos los días,

a escribir con mucho afán,

a contar desde temprano,

en reglas de 3 compuesto

problemas que resolver

en computadoras nuevas,

los águlos que medir

y algún versito gracioso

de memoria recordar

para decirle a mamá

cuánto la queremos más

en el día de la madre

con este año especial.

Cada tanto me recuerdo

mi vida con delantal, 

alegrías y trabajos

día a día sin parar.

Canto a una madre

 Una madre, una abuela,

una cara rosada

con los hijos y nietos,

una mañana suelta,

un suspiro de sueño

que te lleva a la escuela,

a los cantos de hadas

que contentas vuelan

mientras que en la noche

suspiran tan tiernas

buscando el encanto

de un cuento con fiestas

con velitas en tortas

mostrando felices

los años que pasan 

uno tras del otro

al ritmo contento

del tiempo que vuela. 

Pasado mañana

quizás nomeolvides

floreciendo alegres

me harán recordar

los días felices

pensando en las madres,

abuelas y tías,

hermanas y primas

formando una ronda

de mujeres buenas

que me ha sostenido

por toda mi vida

con amor y paz.

 

Manzanilla

 Manzanilla verde y rubia

con los bichos colorados

que me picaban sin asco

cuando de chicos rodamos

sobre el costado del campo

alrededor de mi casa

mientras  jugábamos todos

buscando sapos y ranas 

para espantarlos sin asco.

Manzanilla que crecía

haciendo un borde dorado

a las calles sin asfalto,

no se usaba para té

ni servía para nada, 

solo un color de alegría

cuando mirabas la calle

con las zanjas de los autos

que por ahí transitaban,

sin  importarles que a veces

la lluvia arrojaba agua

que con tierra hacía barro.

Manzanilla perfumada

de esos años de mi infancia

que juntaba para hacer

dibujos de estrellas raras

en el respaldo de sillas

con varilla entrelazada

de la cocina de casa.