Esta es la
tercera
Vez que
empiezo
Este verso largo
Y lo quiero
limpio
De odio y
de rabia
Y lo quiero
tuyo
Y mío y de
ellos,
Esos
nuestros hijos
Que aunque tanto
quiero
Me aplastan
y atrapan.
Quisiera
ponerte
Muchas
esperanzas,
Un cielo
de pájaros
Que vuelan
y cantan
Pero estoy
marchita
Y no veo
nada
Que pueda
ofrecerte
Que tenga
ilusiones
En tanta nostalgia
De lo que pensaba.
Quisiera
ofrecerte
Cantos de
alboradas
Donde estoy
con vos
Callada y
delgada
Pero sólo
veo
Que hablo
Y que como,
Que toda mi
vida
Se agranda
en la boca,
Los dientes,
la cara.
La luz de
la luna
Me atrapa
en la cama
Que se pone
fría
Cuando llega
helada
Y entre las
cobijas
Te busca en
mis sueños
Temiendo al
mañana
Vacío y sin
voces
Que
hablaran con ganas
De cosas sin causas.
Y me
multiplico
En la boca
hablando
Porque todo
el resto:
Mi cuerpo y
cerebro
Ya no están
aquí
Se fueron
muy lejos
Hacia la
ternura
De horas del pasado,
Andando por horas
Por una
cascada
De aguas de
rocío
Y flores
naranjas.
Mis pies y
mis manos
No sirven ni
agarran,
No se van,
ni vienen,
Están pero
mueren
Sin ver ni sentir,
Ni
encontrar más nada.
Todo está pesado,
Nada me consuela,
El hielo rodea
El prado de casa.
Porque en
el cariño
De la vida amada
Quedaron
jirones
De carne y
de arañas
Que comen sin
fin
Como las
pirañas,
Que vienen
a mí
Sin dejarme nada,
Llevándose todo
Como alguna
extraña
Que llega y
se roba
Mi vida y
mi alma.
Yo ya no
respiro,
Ya soy sólo
un soplo
Al viento
que vuela
En la noche
vaga
Con la
enredadera
De una vida
juntos
Que sube a
mi cara
Y me la
malgasta.
Sólo queda
poco,
Quizás sólo
un soplo
Que vuela
hacia afuera
Y me deja rasa.
Ni siquiera
veo
La vida que
pasa
Porque con
los hijos
Que crecen,
se agrandan,
Y se van
afuera
De la casa
blanca,
Te vas
también vos
Creciendo
en tu calma
Que sigue
mirando
Hacia mi
ventana.
Y decís
adiós
Con una
mirada
Dentro la
ternura
De tu voz
de paja
‘Mañana’,
¿mañana?