Bajando

 Y bajando yo me iba

por la ladera escondida

llena de cosas queridas

y alguna que otra podrida.

Y bajaba despacito

al compás de la viuela,

cantando como el paisano

cosas sabrosas y buenas.

Cantando mientras bajaba

por las laderas perdidas,

me escuchaba mis lamentos

llenos de lloros sufridos

reconocidos en cuentos

sin saber lo que decían.

Bajaba mientras te espero

a que termines tu gira,

de muchas vueltas perdidas

para seguir tu paseo.

Besitos que yo te daba

día y noche, noche y día,

me olvido que son las 8

y no hice la comida.