Cuando yo era chiquita
la lluvia era tiempo malo
que en nuestra pampa infinita
se nos podía arruinar
días tranquilos de sol
si no fuera por la lluvia
que nos hacía quedar
adentro de nuestro casa
sin poder ir a jugar.
Cuando vinimos acá
muy lejos de aquel hogar,
la situación fue distinta,
la lluvia es muy importante
para poder apreciar
que ese mal tiempo de antes
ahora nos viene a ayudar
a que el pasto crezca verde,
los áboles podrán sentir
que sus flores vengan lindas
en cerezos y manzanos
antes que salgan la hojas
que la sombra nos darán
para además apreciar
que las cosechas de trigo,
de centeno, de cebada,
de los porotos de soja
y los choclos del lugar
crezcan con mucha abundancia
todo el tiempo del verano
cuando en otoño el granjero
podrá todo cosechar.
Besitos que yo te daba
todo el tiempo sin parar
mientras al lluvia caía
en forma descomunal.