No veo la hora
de encontrarme cerca
de tus manos fuertes
tocando mi cara,
mi cuerpo, mis nalgas
en algún abrazo
que se va de pronto
cuando en la vivienda
de todos los días
tu vida se mueve
mientras se estremece
cerca de la mía.
No veo la hora
de irme de aquí,
de seguir mi vida
en frente de vos
mientras me hago vieja,
mi cuerpo se achica
y mi corazón
durmiendo en mi boca
se estremece solo
pensando en las horas
pasadas de pronto
cuando estoy muy sola.