Desde el fondo de mi alma,
de mi vida, mi esperanza,
pienso en vos todos los días
sin importarme más nada,
mientras la luna de enero
redonda y color naranja
sonríe detrás de nubes
que traen la nieve blanca.
Colores de mediodía,
de mañanas, de alboradas,
de tardes llenas de arena,
de plantas que no se aguantan
tanta nieve acumulada
mientras el aire me inspira
canciones que imaginaba
a veces pensando en vos
y otras veces sin buscarlas.
Colores de flores secas
que en un libro se apretaban
buscando alguna caricia
en recuerdos de nostalgias
que llevo en mi corazón
desde el tiempo de la pampa.
Chicos que gritan sin freno
empujando la esperanza
de ganar algún partido
corriendo con los patines
deslizándose en la cancha.
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