Carnaval caliente

 Quisiera saber de pronto

quién pasó por la alameda,
quién buscó sin darse cuenta
la alegría contagiosa
de chicos que bailan siempre
cantando la murga fea
mientras las chicas pasean
para que baldasos de agua
sobre el cuerpo les cayera.
Quisera saber quién dijo
por acá ya no se juega,
ni se baila el carnaval,
con la fatiga de plumas

coloridas como flores
apenas cubriendo cuerpos
de los pies a la cabeza,
al son de los tamborines
que enloquecidos golpean
algún ritmo de la zamba
cuando la gente pasea
para ver a la cumparsa
que en la calle se menea.

        (Invitación a participar en un poema fusionado desde Poemas del Alma)