No sé qué podría ser
lo que me gusta de pronto,
si tu vida encadenada
en los versos de un soneto,
una estrofa repetida,
una canción a la nada,
o la décima especial
que de pronto no me diga
que el quererte como siempre
quizás produzca una herida.
Quizás produzca una herida
en el fondo de mi alma
mientras te miro de lejos
y repito al infinito
las cosas que me recuerdo
cada tanto en la mañana,
las que me encuentran sin tino,
las que sueño sin reparos
como is fuera un suspiro
que me devuelve la calma.
Que me devuelve la calma
todo el tiempo que me falta
la décima encadenada
que rueda desde mi pecho
hasta la computadora mansa
mientras golpeo sus teclas,
corazón enamorado,
para poder publicar
esperando con paciencia
mirando por la ventana.
(Inspirado en una invitación a participar de un poema fusionado en los Poemas del Alma)
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