Serenatas a mi puerta,
a mi ventana sin rejas,
son cantos que me despiertan
muy temprano en la mañana,
los que cantan en la noche
cuando te busco sin pausa,
los que imagino dormida
cuando el milagro soñaba
de verte en algún momento
en secreto y sin la traba
de que alguien conocido
por ahí nos encontrara.
Serenatas sin mariachis,
sin violines ni guitarras
que elucido en mi cabeza
cuando me quiero olvidar
que la vida se termina
aunque no quiera creer
que voy llegando al final
sin que te pueda querer
mientras tenga que arriesgar
a quedarme destrozada
escondiendo mi penar.
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