Penumbras fortuitas,
palabras antiguas
que no recordaba
por estar ausente
del habla de España,
tanta gente amiga
viviendo lejana,
la práctica extraña
que a veces me falta
para impresionar
mientras una habla.
Amigo olvidado
que no siempre encuentro,
que iría al velorio
para mi sostén
cuando un ser querido
pasa a mejor vida
y no queda nada
más que una sonrisa
guardada en el alma.
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