Muchos días allá en Francia
cuando de recién casados,
posibles ideas nuevas
de cómo encontrarte bien,
mucha práctica buscando
cómo quererte mejor,
cómo quedarme a tu lado,
cómo practicar francés,
encontrar la vida hermosa
revolviéndome en la cama,
mirando a tus ojos lindos
reflejándome sin paz,
mientras la vida pasaba
cerca de la torre Eiffel.
Paseos por la costa brava
de la Provenza inmortal,
navegando en algún bote
que me asustó hasta gritar
como Radio Buenos Aires
sintiendo las olas altas
en el medio de la mar.
Un viaje a Italia llevando
el corazón en la mano
sin podernos olvidar
lo lindo que lo pasamos
al irnos a visitar
tu pueblo de nacimiento
y mis amigos de ayer.
Es tan lindo recordarse
de tanto tiempo sin par,
el viaje de aquella beca
cuando la luna de miel.
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