La casa parece un chiquero,
así diría mamá,
casi no me da vergüenza
casi todo me da igual,
como no tengo sirvienta
si no se hace queda mal.
La casa parece un chiquero,
nadie lustra ni va más
a comprar las estampillas
para escribirle a papá.
La casa parece un chiquero,
aunque barra y pase el trapo
en el piso de vinil,
nadie me lustra los pisos,
ni los muebles, ni el cristal.
La casa está llena de hojas
que el otoño tira atrás,
y las hojas son llevadas
en las botas para acá.
El sol se esconde en las nubes,
tiene ganas de llover,
y no veo que se pierda
por brillar al astro rey.
El otoño trae nubes
y tormentas sin parar,
la casa está hecha un chiquero
y no quiero limpiar más.
Las arañas se divierten
haciendo telas demás,
cientos de telas de araña
que tendría que sacar
pasando la aspiradora
para poder terminar
de limpiar las cosas sucias
de la casa de mi hogar.
La casa parece un chiquero
nadie sabe si mirar
donde no pasé el plumero
ni la escoba ni el vaivén
que la esponja va pasando
sobre el piso de vinil.
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