Lloré,
lloré mucho
Lloré por
vos, por él,
Por mí.
Lloré sin
forzarme,
Lloré sin
quererlo
Con ojos de
sorpresa
De llanto y
desconsuelo.
Lloré por
fuera
Y lloré por
dentro
Se los dije
a los dos
(Abrí tu
carta
Mientras
nos sentábamos
A la mesa
de la cena)
Y dije
entre mis lágrimas
Que lloré
la muerte
De un buen
marido.
El que se
conocía bien
A sí mismo,
Su fuerza,
sus flaquezas,
Su sentido
del deber,
Del cariño
y del placer
Por las
bochas, el dibujo,
La pintura,
el club
Y su esposa
tan querida.
Lloré no
tanto por él,
Sino por
mí,
Por no
haberlo presentido.
Llorá,
Llorá
mucho,
Dejá que el
agua salada
Te dé
fuerzas
Y pensá en
tus hijos,
Tus nietos,
Tu casa.
La
posibilidad
De
conseguir otra pareja
Aunque no
sea tan perfecta
Como la
primera.
Consólate
por dentro
Aunque no
lo muestres
Por fuera.
Llorá y
llorá
Todo lo que
quieras,
A solas,
Con los
otros,
No tengas
vergüenza.
Fuiste la
hija única
Entre los
que vivimos
Y te
criaste sola,
Por lo que
estás
Más
acostumbrada
Que yo o
las otras
Primas.
Y si algún
día
Te sentís
Muy pero
muy sola
Pensá en
alguno
Que
necesite tu mano:
Un
hospital,
Una
escuela,
Una
iglesia.
Sentíte
parte del mundo
Sin
depender
De tu
familia
Y buscá tu
camino
Con la
misma entereza
Con que
encontraste
Tu vida
Hace tantos años atrás,
Con mucha esperanza
Y con
inteligencia.
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