Expresiones encantadas
que me encuentran de mañana,
me llaman de madrugada,
me desvelan en la cama,
me conmueven las entrañas
mientras me siento cansada
sin saber qué estoy diciendo
a esta hora tan temprana.
No encuentro los anteojos,
ni la plata, ni mi cara
en cosas que estoy pensando
cuando no puedo hacer nada.
Canciones que nadie cree
que valgan la pena hablarlas
no puedo sentirme sola
si me veo en tu mirada.
No sé cuánto te daría
para quedarme sentada,
para buscar una mano,
un abrazo en tu llegada,
una expresión que no sirve
y un varón que siempre canta
cuando me mira a los ojos
entregándome su alma.
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