La tarde desaparece
mientras la tierra se acalla
y los pájaros se vuelven
al nido que los cobija
de la noche oscura y fría
alrededor de la casa.
El sol se acuesta apurado,
todo en el bosque se calla,
solo un susurro se escucha
de los pichones tranquilos
buscando quedar dormidos
bajo alas maternales
que los cobije del miedo
a la oscuridad que llega
hasta el fondo de la casa.
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