El terror del frío,
el cielo de escalofríos,
de la pandemia que roba
el aliento, el compromiso,
al niño que se hizo hombre
y a trabajar va asustado
porque su jefe le pide
que trabaje aunque no haya
ni una razón para ir
si no pueden vender nada
mientras el virus transita
por la vereda aplanada
con girones de la carne
que va dejando en la nada.
Te quiero tanto hijo querido,
mi amor de madre te va a cuidar,
espero ansiosa que no te vayas
a trabajar porque sí
mientras que aquella
pandemia mala
pueda encontrarte
mientras salís.
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