Nevadas que van llegando
a cualquier hora del alba,
se amontonan sobre el pasto,
sobre hojas naranjadas,
sobre caminos de sombras
y siluetas arrastradas
de gente que va pasando
sin que a nadie le importara.
Caminos que recorrí
desde mi casa a la escuela
que me acuerdo todavía
ahora que soy abuela,
en aquellos tiempos lindos
no hacía tanto frío
hasta congelar mi cara.
Cambios que una se hace
despertándose temprano
mirando desde la esquina
que me lleva para abajo
para llegar hasta el río
que arrastra todo a su paso..
No comments:
Post a Comment